Este 24 de marzo se cumple un mes de la invasión de Rusia a Ucrania y este conflicto a dejado un centenar de civiles muertos y entre los que hay muchos niños. A medida que pasan los días, la situación se complica más y a este problema por los bombardeos se suma otra grave situación como es la falta de alimentos.
En la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, casi se han agotado los alimentos y los suministros médicos, según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko.
Nikolenko dijo que «los 300k ciudadanos de Jersón se enfrentan a una catástrofe humanitaria debido al bloqueo del ejército ruso».
La ciudad está ocupada por las fuerzas rusas desde hace unas dos semanas.
Nikolenko dijo que Rusia se niega a abrir corredores de evacuación para que los civiles puedan salir. Pidió que «las tácticas bárbaras de Rusia» sean «detenidas antes de que sea demasiado tarde».
La situación no es menos difícil en Mariúpoil, la principal ciudad de Ucrania que en las últimas semanas a sido golpeada por los bomderdeos con misiles.
Vitaly Suárez y quien se encuentra buscando provisiones por los diferentes pueblos de Ucrania para alimentar y dar cobijo a los ancianos, niños y mujeres señaló en una entrevista «los almacenes están ya casi vacíos y son los que servían a todas las tiendas de la ciudad».
Agregó «Tenemos las carreteras cerradas por completo, no llega nada de las fronteras..»
A esta grave situación se sumo el secretario de la ONU y quien afirmó que es «una guerra absurda».
Además indicó que este conflicto está causando un «sufrimiento humano atroz que se ha ido «intensificando y que se vuelve más imprevisible cada hora un acuerdo de paz».




