Emergencia educativa
La situación de orden público en los municipios de Amalfi y Anorí, en el nordeste de Antioquia, mantiene sin clases presenciales a cerca de 3.000 estudiantes. De acuerdo con las autoridades educativas del departamento, los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y la presencia de minas antipersonales en vías rurales han impedido el normal desarrollo de las actividades escolares.
Los rectores de las instituciones educativas informaron que, ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de los menores y docentes, se decidió suspender las clases presenciales y acudir de manera temporal a guías pedagógicas y actividades remotas. Sin embargo, esta alternativa no logra suplir las necesidades de la mayoría de los estudiantes, especialmente en las zonas rurales, donde la conectividad y el acceso a dispositivos tecnológicos son limitados.
La Secretaría de Educación de Antioquia señaló que se están realizando mesas de trabajo con las autoridades locales, la Policía y el Ejército para evaluar las condiciones de seguridad y establecer un plan que permita el retorno gradual a las aulas. Mientras tanto, los padres de familia han expresado su preocupación por el retraso académico y los riesgos emocionales que la suspensión prolongada genera en los niños y adolescentes.
Contexto de violencia
La región del nordeste antioqueño ha sido escenario de una disputa territorial entre disidencias de las Farc, el ELN y estructuras criminales vinculadas al narcotráfico y la minería ilegal. Esta confrontación ha provocado confinamientos, amenazas a líderes comunitarios y restricciones a la movilidad, lo que repercute de manera directa en la prestación de servicios básicos como la educación y la salud.
Organizaciones sociales denunciaron que, en algunos corregimientos, las comunidades han sido utilizadas como escudo humano para frenar las operaciones militares, situación que aumenta la zozobra entre la población civil. Los habitantes piden una intervención más decidida del Estado para recuperar la tranquilidad y garantizar que los niños puedan regresar a las aulas sin riesgo.
La Gobernación de Antioquia y el Ministerio de Educación manifestaron que trabajan en la implementación de un plan de contingencia que incluye apoyo psicosocial, refuerzo académico y medidas de seguridad. No obstante, insistieron en que el restablecimiento pleno de la presencialidad depende de que las condiciones de orden público permitan garantizar la vida e integridad de la comunidad educativa.




