Símbolo de represión en Turquía

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Numerosos opositores e intelectuales se encuentran encarcelados en la prisión turca de alta seguridad de Silivri.
Imagen: Mehmet Guzel/AP Photo/picture alliance

En la cárcel de alta seguridad de Silivri se encuentran en prisión integrantes de la oposición, activistas, periodistas, artistas, y actualmente el ex alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.

«El porvenir político de Turquía está naciendo en los recintos de esta cárcel», declaró Cemil Tugay, alcalde de la ciudad occidental de Izmir, tras visitar a Ekrem Imamoglu, el ex alcalde de Estambul, y a otros prisioneros políticos a comienzos de esta semana.

El campus, oficialmente conocido como Centro Penitenciario de Mármara, se encuentra en el municipio de Silivri, a aproximadamente 70 kilómetros del núcleo urbano de Estambul.

Iniciado en 2008, el establecimiento inicialmente se proyectó como el mayor centro de reclusión de Turquía y, con el transcurso del tiempo, se transformó en la prisión de máxima seguridad de Europa. Las entidades de derechos humanos la caracterizan como un «campamento de reclusión» para integrantes de la oposición, críticos del régimen y kurdos.

De acuerdo con datos oficiales, abarca una extensión de más de un kilómetro cuadrado e incluye diez centros de detención, un hospital y diversas salas de audiencia. Además, existen 500 viviendas residenciales, además de una escuela primaria, una escuela infantil, un centro de compras y otras infraestructuras para los empleados.

Inicialmente concebida para 11.000 reclusos, la cárcel acogió de manera temporal a hasta 23.000 prisioneros a finales de 2019, de acuerdo con el Comité de Derechos Humanos del Parlamento turco, lo que señala un hacinamiento considerable. La cárcel de Silivri se ha transformado en una representación simbólica de la represión en Turquía.


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