El municipio de Acacías fue escenario en las últimas horas de un doble asesinato
que ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en evidencia las profundas
raíces del crimen organizado. La ocurrencia de estos hechos, ligados a actores
criminales, revela una realidad violenta.
Los hechos
Fue en el sector de El Resguardo donde ocurrió el hecho que estremeció a la
comunidad: dos hombres fueron asesinados en circunstancias similares, a pocos
metros uno del otro. El derramamiento de sangre alertó a las autoridades que
dieron inicio a la correspondiente investigación.
¿Quiénes eran?
Según información conocida por este medio, la primera víctima respondía al
nombre de Anderson Perilla Vásquez, alias ‘Tazmania’, quien se movilizaba en
una motocicleta y fue acribillado en plena vía pública, quedando el cadáver
tendido sobre el rodante.
La información preliminar indica que este sujeto tenía un importante historial
criminal. Muy cerca de ‘Tazmania’, fue hallado el cadáver de Camilo Sánchez, un
hombre con antecedentes por hurto.
Mataba
Para comprender la magnitud de estos hechos, es fundamental profundizar en la
figura de ‘Tasmania’, un personaje que había sido vinculado desde hace tiempo
con el crimen organizado y particularmente el asesinato de quienes hacían parte
del negocio de las esmeraldas en el país.
Anderson, según información extraoficial, había estado en recluido en un centro
penitenciario de Acacías, se le relacionaba con extorsión a comerciantes y
presuntamente habría estado implicado en la muerte de un comerciante en
Granada.
Además, ‘Tazmania’ fue uno de los gatilleros de la banda conocida como
‘Sanandresito de la 38’, una organización criminal que ha operado en Bogotá
sembrando el terror. Había sido capturado, luego de quedar filmado en una
cámara de un vehículo cuando estaban negociando el homicidio del zar de las
esmeraldas Hernando Sánchez y el de uno de sus socios. En el video se escucha
a alias Tazmania manifestar su preocupación por la inminente extradición de
Horacio Triana y la posibilidad de quedarse sin trabajo.
“No sabemos qué hacía por esa zona ni quién los asesinó. La gente que cae en el
mal camino suele terminar en un hospital, una cárcel o un cementerio”, manifestó
un acacireño. De la misma forma en que ‘Tazmania’ empuñaba con total frialdad
las armas para ejecutar a sus víctimas, su asesino lo habría hecho y con certeros
disparos le puso fin a su existencia.
