Adquirir una vivienda siendo joven en Colombia sigue siendo un reto enorme, principalmente por la capacidad económica limitada que tienen muchas personas en el inicio de su vida laboral. Sin embargo, existen alternativas viables como subsidios, leasing habitacional o créditos hipotecarios, que pueden facilitar este proceso.
Jaime Gómez Meneses, profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes, afirma que lo primero que debe preguntarse un joven es: ¿quiero arrendar o comprar? Esta decisión depende de factores como estabilidad laboral, planes familiares o deseos de movilidad.
Arrendar puede ser ideal para quienes están empezando su vida laboral, desean explorar ciudades o trabajan de manera remota. En contraste, comprar podría ser la opción adecuada para quienes buscan estabilidad o piensan formar una familia. Una alternativa intermedia es el leasing habitacional, que permite arrendar y luego ejercer la opción de compra, usando parte del arriendo como capital.
Conozca el lugar donde quiere vivir
Además del tipo de tenencia, es clave definir el lugar y comunidad donde se desea vivir. La distancia al trabajo, acceso a transporte, cercanía a zonas verdes o centros de interés son factores cruciales. También es importante preguntarse qué tipo de interacción desea tener con vecinos y áreas comunes, especialmente en propiedades horizontales o conjuntos residenciales.
El experto advierte sobre los ‘microapartamentos’: viviendas pequeñas que ofrecen zonas comunes amplias. Aunque atractivas por su bajo costo, requieren evaluar si las zonas compartidas son funcionales, suficientes y acordes al estilo de vida del comprador.
Opciones reales para acceder a una vivienda
Para quienes desean comprar, es esencial analizar el valor de la vivienda y las posibilidades de financiamiento. Existen programas como:
- Mi Casa Ya: subsidios para adquirir Vivienda de Interés Social (VIS) o Vivienda de Interés Prioritario (VIP), aunque actualmente tienen cobertura limitada.
- Subsidios municipales adicionales en algunos territorios.
- Créditos bancarios: abiertos a jóvenes, aunque pueden exigir mayor respaldo de solvencia.
- Generación FNA del Fondo Nacional del Ahorro: línea de crédito especial para jóvenes entre 18 y 28 años, con tasas preferenciales y cuota inicial del 10%.
Además, comprar vivienda usada puede ser más económico por el menor costo del metro cuadrado. Aunque no suele aplicar para subsidios, puede ser financiada vía leasing o crédito. Eso sí, debe considerarse el mantenimiento futuro: cambios de electrodomésticos, instalaciones eléctricas, hidráulicas o de gas.




