Secuestrados en carretera

Autoridades buscan a ‘Mincho’ y Lourdes, raptados presuntamente por la guerrilla.
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La comunidad huilense se encuentra conmocionada tras el secuestro del caficultor Benjamín Salcedo, conocido cariñosamente como “Mincho”, y su esposa, Lourdes Pacinga, ocurrido la noche del pasado martes en la vereda Cantarito, jurisdicción de Pitalito. Eran cerca de las 7:30 p.m. cuando la pareja se desplazaba en una camioneta Nissan blanca de platón y fue interceptada por hombres armados que los obligaron a detenerse. La camioneta, que presentaba golpes, sería clave en la investigación, pues testigos señalan que pudo haberse usado como medio de intimidación durante el ilícito.

La voz de alarma

El hecho, que circula rápidamente en redes sociales, ha despertado angustia entre familiares, vecinos y gremios cafeteros de la región. La noticia de que los esposos fueron plagiados en plena vía pública expone la vulnerabilidad que enfrentan los labriegos que día a día transitan carreteras rurales sin garantías de seguridad.
Aunque las autoridades han pedido evitar difundir rumores no confirmados, la falta de información oficial clara ha abierto la puerta a la especulación, alimentando la zozobra de un municipio que ya vive bajo el temor de la delincuencia.

Reclamos

Sectores sociales y líderes comunitarios cuestionan la capacidad del Estado para garantizar la seguridad en los corredores estratégicos del sur del Huila. En particular, la vía Pitalito – Acevedo se ha convertido en un punto sensible por su flujo constante de vehículos y la débil presencia de controles. “Hoy fueron Mincho y Lourdes, mañana puede ser cualquiera de nosotros”, expresan pobladores que exigen una reacción inmediata y contundente.

Autoridades

La Policía y el Ejército han activado planes de búsqueda y control en la zona, solicitando a la comunidad que aporte información confiable a través de las líneas oficiales. Insisten en no difundir versiones sin confirmar, que entorpecen la investigación y pueden poner en riesgo la vida de las víctimas. Sin embargo, el llamado no logra calmar el descontento ciudadano frente a lo que consideran una respuesta tardía y sin resultados concretos.

El secuestro de Benjamín Salcedo y su esposa no solo golpea a una familia, sino que hiere la confianza de todo un territorio que depende del café y de la labor incansable de sus campesinos. Mientras avanza la investigación, la comunidad clama por la libertad de la pareja y exige acciones efectivas que impidan que hechos tan dolorosos se repitan.


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