María Unice Andrade, madre de Marisel Riascos, asesinada el 10 de enero de 2021 con arma cortopunzante en el barrio La Cima de Buenaventura, expresó el dolor que ha vivido desde aquel día. La captura del responsable le brinda un pequeño alivio, aunque la herida sigue abierta. “Yo lo que quiero es que se haga justicia. Aunque es un momento muy doloroso, nos dañó la vida. Ahora tengo que lidiar con mis enfermedades y debo luchar por mi nieto”, manifestó. La mujer, aún conmocionada, lamentó que el agresor fuera alguien cercano. “Nunca pensé que ese sujeto iba a hacer lo que hizo, era como de la familia”.
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