La controversia rodea al secretario de Salud de Popayán luego de que líderes gremiales y concejales denunciaran un aparente cambio de postura frente al futuro del matadero municipal: lo que inicialmente fue presentado como un compromiso de recuperación, hoy se perfila como un proceso de privatización.
Durante meses, el funcionario había asegurado que el matadero sería modernizado con recursos públicos, como una apuesta para garantizar soberanía alimentaria, empleo local y control sanitario. Sin embargo, recientemente se conoció que desde su despacho se estaría promoviendo una figura de alianza público-privada o concesión del servicio.
“Nos sentimos engañados. Él mismo se comprometió a fortalecer la planta con inversión estatal, y ahora sale con que lo más viable es entregarlo a un privado”, expresó uno de los representantes del gremio cárnico de la ciudad.
Concejales han solicitado explicaciones claras sobre el cambio de modelo, mientras trabajadores y comerciantes temen que esta decisión afecte sus empleos y encarezca el servicio. Desde la administración aún no se ha ofrecido una declaración oficial sobre el tema.
Mientras tanto, crecen las voces que exigen transparencia y coherencia en las decisiones que afectan un servicio público clave para la seguridad alimentaria y la economía local.




