El secretario de Paz y Derechos Humanos de Nariño, Álex González, calificó de “irresponsable” el más reciente mensaje publicado por el presidente Gustavo Petro en su cuenta de X, en el que afirmó que en Nariño no existen diálogos políticos sino sociojurídicos con grupos ilegales.
Según González, ese pronunciamiento pone en riesgo los diálogos territoriales de paz que desde hace un año y seis meses se adelantan en el departamento con resultados positivos.
“El presidente Petro no puede ir el 7 de agosto del próximo año tirando tiros y en la guerra. El mandatario de los colombianos tiene que mantener la postura con la cual fue elegido, que es la postura de la paz”, señaló.
Reacciones a los recientes ataques armados
El funcionario explicó que los ataques recientes contra la Fuerza Pública en El Peñol y Los Andes Sotomayor serían reacciones de las disidencias de las Farc, columna Franco Benavides, frente a los bombardeos autorizados por el jefe de Estado en el Guaviare.
Aseguró que en Nariño se ha desarrollado una política de paz que ha reducido el conflicto armado y ha permitido salvar vidas, gracias a las mesas regionales de diálogo con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano y el frente Comuneros del Sur.
“Esta situación pone en riesgo los diálogos de paz debido a decisiones tomadas desde el orden presidencial y que se han transmitido por vía Twitter. No vamos a permitir que se afecten los procesos que están dando resultados en la costa pacífica y en la subregión de Abades”, enfatizó.
Avances y advertencias sobre el proceso
González recordó que los diálogos regionales en Nariño han permitido invertir más de 80.000 millones de pesos en vías rurales, así como avanzar en programas de búsqueda de personas desaparecidas, desminado humanitario y sustitución de economías ilegales.
“Aquí en Nariño sí ha habido manifestaciones claras de paz. Se han destruido más de 15 toneladas de material de guerra y se han transformado zonas donde el Estado nunca había llegado”, dijo.
Finalmente, el secretario instó al presidente Petro a revaluar su posición, advirtiendo que “no es lo mismo un diálogo político que un diálogo sociojurídico”, y que los grupos ilegales no aceptarán ser tratados solo como bandas criminales.
“El presidente no debe borrar con el codo lo que ha hecho con la mano para buscar alternativas de paz”, concluyó.




