Un terrible caso se registró al interior de un centro de rehabilitación para personas con dependencia a las sustancias psicoactivas ubicado en el barrio La Grama de la capital del Meta.
Hechos
El joven identificado como Cristian Camilo Gonzáles Salgado, quien se encuentra en proceso de rehabilitación habría vivido un momento de estrés y presión, posiblemente relacionado personal encargado del sitio.
Según relatos de allegados, en plena formación que hacen a diario los jóvenes internos un hombre habría intentado intimidar a Cristian, fueron tales las ofensas que él se refugió en un cuarto y buscó las cuchillas. Presuntamente Cristian se produjo laceraciones y al borde del desespero, ingirió tres filosas cuchillas.
Atención médica
El joven fue trasladado hacia una clínica en el sector del Barzal a donde llegó su mamá que había sido notificada por uno de los directivos del lugar de los hechos indicándole que había sucedido un “percance” con Cristian, pero que todo estaba bien.
A Barranquilla
Fueron tales las heridas en el estómago que Gonzáles no puede ser tratado en la capital del Meta, él y su mamá están a la espera de una autorización para remitirlo a la ciudad de Barranquilla, además porque en Villavicencio no hay un cirujano gastroenterólogo.
Maltrato
De acuerdo a las declaraciones a medios locales de Ángela Salgado, madre de Cristian, en el centro de rehabilitación, su hijo y otros jóvenes están siendo maltratados física y psicológicamente.
Aparentemente, el trato que se les da en el lugar dificultaría un verdadero proceso de rehabilitación frente a la drogadicción, es preciso señalar que los acudientes de los jóvenes recluidos pagan mensualidades de hasta 500 mil pesos.
El joven que apenas llevaba un mes en dicho instituto privado, viene transitando por un proceso de recuperación para desligarse de la dependencia a las drogas que por razones del contexto social un día consumió.
El llamado
Las personas afectadas y la ciudadanía que también conoció el caso pidieron a las autoridades una investigación de lo que sucede al interior de dicho instituto, que se esclarezcan los presuntos casos de abuso y maltrato.
Además sería oportuno la revisión de medidas de seguridad entre las personas que están allí acantonadas, pues tener cuchillas y elementos cortopunzantes a la mano podrían desencadenar en una tragedia como la que ya vive Cristian y su familia.




