La tasa de desempleo baja, pero la calidad del empleo sigue en entredicho

Aunque el desempleo cayó al nivel más bajo en una década, los empleos creados siguen siendo mayoritariamente informales y de baja calidad, lo que plantea desafíos estructurales.
DESEMPLEO EN COLOMBIA
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

En junio de 2025, Colombia registró una tasa de desempleo del 8,6%, lo que representa la cifra más baja para ese mes desde mediados de la década pasada. Según el más reciente informe del Dane, esta disminución equivale a una caída de 1,7 puntos porcentuales en comparación con junio de 2024, cuando se ubicaba en 10,3%. La población ocupada aumentó en 831.000 personas, alcanzando los 23,75 millones, lo que demuestra una recuperación laboral significativa, aunque con desafíos latentes.

La informalidad lidera la recuperación del empleo

Un análisis más detallado evidencia que el crecimiento del empleo se ha concentrado en el trabajo por cuenta propia y en ocupaciones de baja estabilidad. Los trabajadores independientes aumentaron en 443.000 personas y los jornaleros en 144.000. Aunque también se sumaron 305.000 asalariados en el sector privado y 110.000 en el público, se redujo el número de empleadores (-62.000) y trabajadores familiares sin remuneración (-118.000). Esto indica que el empleo crece más por necesidad que por dinamismo empresarial.

Las mujeres protagonizan el aumento del empleo, pero siguen enfrentando desigualdades

Las mujeres lideraron la creación de empleo en el último año, con 491.000 nuevas ocupaciones frente a 340.000 para los hombres. Su presencia aumentó principalmente en sectores como salud, educación y manufactura, sin embargo, su tasa de desempleo (10,8%) sigue siendo superior a la de los hombres (6,9%). La informalidad femenina supera el 56% y el trabajo doméstico precarizado continúa siendo una de sus principales fuentes de ingresos.

El empleo crece en ciudades intermedias, pero persisten brechas territoriales

Las “otras cabeceras” impulsaron el mayor crecimiento del empleo con un 6% de aumento (360.000 nuevos puestos). Las grandes ciudades y las zonas rurales también crecieron, aunque a menor ritmo. La informalidad regional continúa siendo crítica: en ciudades como Sincelejo, Valledupar y Cúcuta supera el 60%, mientras que Bogotá mantiene la más baja con un 35,6%. Por sectores, las industrias manufactureras (+316.000) y servicios públicos (+137.000) fueron los que más contribuyeron al repunte laboral. A pesar del avance, la calidad del empleo sigue rezagada, con alta rotación y baja cobertura en salud y pensiones.


Compartir en