La delincuencia en Neiva no da tregua y hasta las esculturas patrimonio de la ciudad han sido vandalizadas o en el peor de los casos, despedazadas por inadaptados que extraen sus materiales para la compra de alucinógenos.
Vía al sur
La comunidad que reside en inmediaciones a la Avenida Inés García Durán ha venido notando un incremento bastante exponencial en materia de seguridad, como consecuencia de lo que ellos consideran “ineficacia policial” ya que hace mas de un año las lámparas del sector fueron hurtadas y desde ese entonces nadie se ha acercado a reponerlas o al menos, a repararlas.
Los testigos
“Por falta de luminarias ahora estamos a merced no solo de los ladrones, sino también de los motociclistas que creen que por acá son pistas para que ellos compitan”, afirmó Jhon Báquiro, habitante del sector.
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“Iba para Surabastos con mi esposa, en cercanía a lo que fue una escuela y nos salieron dos tipos, se nos atravesaron para que nos detuviéramos y nos tocó parar. Sacaron una pistola y nos quitaron todo, la billetera, los celulares y un reloj, yo pensé que nos iban a matar”, aseguró Breiner
Inseguridad
La oscuridad de la noche se convirtió en el escenario perfecto para que los delincuentes cometan todo tipo de hurtos. Las esculturas que fueron realizadas como un homenaje al baile del Sanjuanero Huilense y su creadora, también se han visto afectadas, pues desde hace tiempo están sumidas entre la maleza y el abandono. Poco a poco, entre los habitantes de calle y los dueños de lo ajeno, han terminado por ser destruidas, arrancándole el cobre que utilizan para venderlo en el mercado negro.
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Pie de foto: Imagen de internet.
