La ciudad de Ipiales, en Nariño, respira un aire de alivio a medida que la venta de combustible en sus estaciones de servicio comienza a estabilizarse. Tras días de incertidumbre y largas filas, la Secretaría de Gobierno municipal ha implementado medidas que buscan normalizar el suministro y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso al vital líquido.
La contingencia, generada por una situación en la planta de PETRODECOL en Tumaco, llevó a la emisión del Decreto 166 de 2025, estableciendo límites claros en la compra de combustible para diferentes tipos de vehículos.
Juan Carlos Morales, secretario de Gobierno del Municipio de Ipiales, ha sido una figura clave en la gestión de esta crisis, buscando el equilibrio entre la necesidad de abastecimiento y la prevención del desabastecimiento.
Los límites de venta se han establecido de manera escalonada. Los autobuses y busetas pueden adquirir hasta 100.000 en combustible, mientras que taxis y colectivos tienen un tope de 80.000. Para los vehículos particulares, la restricción es de 50.000 y las motocicletas pueden cargar hasta 20.000.
Actualmente, de las doce estaciones de servicio que operan en el municipio, seis ya están funcionando con normalidad. La buena noticia es que se espera la apertura de tres estaciones adicionales en los próximos días, gracias a la llegada inminente de nuevos cargamentos de combustible.
