Fueron tres los concejales que se opusieron a la hoja de ruta por Ibagué Arturo Castillo, Víctor Ortiz y Joseph González se negaron a esta decisión.

El panorama político en Ibagué ha tomado un giro inesperado con la decisión de los concejales Arturo Castillo, Víctor Ortiz y Joseph González de votar negativamente el plan de desarrollo de la ciudad para los próximos cuatro años. A pesar de su intención inicial de apoyar el proyecto presentado por la alcaldesa Johana Aranda, la ley de bancadas impuesta por el Partido Conservador ha obligado a estos dos concejales a cambiar su voto. La vocera del partido, Sandra Varón, explicó que durante la sesión de este sábado se aplicará la normativa que exige a los miembros del partido respetar la decisión mayoritaria. Arturo Castillo, presidente del Concejo de Ibagué y aliado cercano del exalcalde Andrés Hurtado.

Por su parte, Víctor Ortiz compartió su frustración al sentirse forzado a acatar una decisión que no refleja su postura inicial. «Votaron una decisión para nosotros. En la comisión voté positivo porque no nos habían dado ninguna línea», comentó Ortiz, subrayando la falta de autonomía que sintió durante el proceso. La imposición del ‘barretismo’ en la bancada conservadora ha generado tensiones internas, destacando la división entre los concejales y la dirección del partido. La vocera Sandra Varón justificó la aplicación de la ley de bancadas, argumentando que el plan de desarrollo carece de una visión real para proyectar la ciudad. «No tiene horizonte, no se ve una apuesta real de proyectar esta ciudad», explicó Varón. Esta postura resalta la división dentro del partido y la dificultad de llegar a un consenso que satisfaga a todos los miembros de la bancada conservadora.
Además de ello el concejal Camilo Acevedo del Partido de la U ha adoptado una postura más optimista.

En medio de estas tensiones, el concejal Joseph González también se unió a la oposición del plan de desarrollo. «En este plan de desarrollo no se ve una apuesta real de proyectar esa ciudad que queremos», señaló González, criticando la falta de visión para mejorar los servicios públicos, atraer inversión privada y dinamizar la economía local. González ha sido particularmente crítico, enfatizando que las metas planteadas en el plan son pobres y poco ambiciosas, sin una proyección clara para el desarrollo de la ciudad. Esta división en el Concejo de Ibagué refleja las complejidades y desafíos de la política local, donde las alianzas y las diferencias de opinión pueden influir significativamente en el rumbo de la ciudad. Mientras algunos concejales defienden el plan de desarrollo presentado por la alcaldesa Aranda, otros ven en él una falta de visión y ambición, lo que promete un debate acalorado en las próximas sesiones del concejo.




