El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, entregaron declaraciones a la ciudadanía frente al cronograma de racionamiento para fin de año en Bogotá. La decisión es que se levanta el racionamiento en la ciudad entre el 23 de diciembre y el 6 de enero.
Hay que recordar que hace tan solo unos días, el propio mandatario y la gerente anunciaron que el 24 y el 31 de diciembre, los bogotanos no tendrían que preocuparse por el racionamiento de agua. No obstante, el período comprendido ahora se extenderá entre las fechas mencionadas en rueda de prensa hoy.
Tal como lo explicó Avendaño, esos días habrá servicio continuo en los hogares de los capitalinos. Y si bien se suspenderá el racionamiento un par de días, Avendaño le dijo a este diario que la ciudad y los 11 municipios que abastece la EAAB seguirán con la restricción en el consumo de agua por el tiempo que sea necesario.
Cabe recordar que esta decisión fue tomada por la administración teniendo en cuenta, entre otros factores, el comportamiento con el nivel de los embalses. Si bien en la actualidad este no es el más óptimo, sí ha demostrado algunos incrementos.
«No hay que bajar la guardia frente al uso responsable del agua toda vez que la temporada de fin de año e inicio del nuevo coinciden tradicionalmente con temporadas secas en el Sistema Chingaza», insistió el mandatario.
Anuncio Sorpresa del Alcalde Galán
En una noticia que ha sorprendido a muchos, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, junto con la gerente de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, anunciaron que se levantará el racionamiento de agua en la ciudad desde el 23 de diciembre hasta el 6 de enero. Esta medida temporal se toma en consideración a la disminución esperada en el consumo de agua durante las fiestas de fin de año, cuando muchas personas abandonan la capital.
Motivación de la Decisión
La decisión de suspender el racionamiento de agua se basa en la expectativa de que el consumo de agua disminuya significativamente durante este período. Muchos habitantes de Bogotá se ausentan de la ciudad para pasar las fiestas con sus familias y amigos, lo que reduce la demanda de agua en la capital. Esta pausa en el racionamiento permitirá a los residentes disfrutar de las festividades sin las restricciones habituales.
Impacto en la Ciudad
La suspensión del racionamiento de agua será un alivio para muchos habitantes de Bogotá, quienes han estado enfrentando limitaciones en el uso del agua debido a la sequía y la gestión de recursos hídricos. Durante las dos semanas que dura esta medida, los ciudadanos podrán utilizar el agua de manera más libre, lo que facilitará las actividades cotidianas y las celebraciones de fin de año.
Reacciones de la Comunidad
La noticia ha sido bien recibida por la comunidad, que ha expresado su agradecimiento al alcalde Galán y a su equipo por esta medida. Sin embargo, algunos expertos han señalado que es importante mantenerse conscientes del uso responsable del agua, incluso durante este período de suspensión del racionamiento. La gestión sostenible de los recursos hídricos sigue siendo una prioridad para garantizar el bienestar de la ciudad en el futuro.
Perspectivas Futuras
Aunque el levantamiento del racionamiento es temporal, muchos esperan que esta medida sea un paso hacia una gestión más flexible y adaptativa del agua en Bogotá. La administración de Galán ha prometido continuar trabajando en soluciones a largo plazo para enfrentar la crisis hídrica y asegurar un suministro constante y sostenible para todos los residentes.
La suspensión del racionamiento
La suspensión del racionamiento de agua en Bogotá durante las fiestas de fin de año es una medida bienvenida que permitirá a los ciudadanos disfrutar de las celebraciones sin las restricciones habituales. Sin embargo, es crucial que todos los habitantes sigan siendo conscientes del uso responsable del agua y apoyen las iniciativas para una gestión sostenible de los recursos hídricos. La comunidad de Bogotá espera que esta pausa sea un primer paso hacia una solución más permanente a la crisis hídrica que enfrenta la ciudad.




