La intervención se realizó por patrullas del cuadrante en el barrio Santa Helena, quienes fueron alertadas por la comunidad de los negocios ilícitos de un sujeto que utiliza un lote baldío del sector para la venta y el consumo de alucinógenos. El sujeto encargado del negocio ya es reconocido por las autoridades del cuadrante, quienes le siguen los pasos a este bandido identificado como Edwin Yerson Dias Tavera, y vive en el barrio Santa Helena. Él aprovecharía las riveras del afluente invadido por la maleza como escondites para ocultar la droga y no ser detectado. Con frecuencia, este sujeto cambia de lugares para evadir el control de las autoridades.
Sorprendido
Luego de conocer la información alrededor de las 11:00 de la mañana del sábado 19 de febrero, los uniformados de manera sorpresiva se desplazaron hasta la carrera 15 del barrio Santa Helena, pero, al llegar al lugar el presunto sospechoso fue alertado de la presencia de los uniformados por un compinche quien se encontraba en la parte alta y emprendió la fuga tratando de ocultarse.
Sin embargo, los patrulleros nunca lo perdieron de vista, pues cuando intentó salir del lote baldío fue interceptado por patrullas del cuadrante las cuales rápidamente lograron reducirlo, y al identificarlo se percataron que se trataba Edwin Yerson Dias Tavera. Al hacerle un registro le hallaron en su poder un paquete que contenía aproximadamente 47 papeletas de bazuco empacado de manera artesanal en hojas de cuaderno para facilitar su comercialización al menudeo.
Judicialización
Luego de conocer sus derechos como persona capturada, el indiciado de 41 años fue trasladado en medio de un fuerte operativo de seguridad hasta la URI CTI de Girardot, y luego puesto a disposición de la Fiscalía de turno para su judicialización donde enfrenta cargos por el delito de porte, tráfico y fabricación de estupefacientes. En las próximas horas será definida la situación jurídica de esta persona.
El personaje
Según las autoridades, Edwin Yerson, tras su fachada, está al servicio de las líneas de microtráfico. Al parecer, su actuar delincuencial estaba bajo la mira de las autoridades que ya le seguían los pasos gracias a las diferentes denuncias de la comunidad, quienes lo señalan con la persona encargada de surtir de alucinógenos en esta parte de la localidad. Lo preocupante es que la comunidad vive, en las mal llamadas fronteras invisibles.




