Se instaló mesa de víctimas

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El Gobierno municipal llevó a cabo un hito trascendental en Villavicencio: la instalación de la Mesa de Víctimas. En un acto cargado de significado, y con la presencia crucial de los órganos de control y representantes de los grupos afectados por el largo y doloroso conflicto armado, se sentaron las bases para un esfuerzo colectivo destinado a sanar heridas y construir un futuro más digno para quienes han padecido el flagelo de la guerra.

Compromiso

Liliana Hurtado, coordinadora de la agremiación, reconoció el compromiso del alcalde Alexander Baquero. «Nos ha brindado su apoyo incondicional y su total disposición para respaldar a las víctimas del conflicto, en especial a los más vulnerables, nuestros niños y niñas, inocentes arrastrados por las corrientes turbulentas de la guerra», afirmó la vocera de esta comunidad afectada.

El mandatario, por su parte, compartió su satisfacción por el encuentro y reafirmó el compromiso de su administración con esta causa vital. «Estamos trabajando incansablemente para ellos desde la Secretaría de Gestión Social y Participación Ciudadana. Ante sus múltiples necesidades, estamos dispuestos a ofrecer ayuda técnica, considerarlos en programas de vivienda y crear condiciones y oportunidades que les permitan reconstruir sus vidas», aseguró con determinación.

Futuro

Este primer paso no será el único, sino el inicio de un camino largo y lleno de desafíos. Una nueva reunión entre las partes involucradas se ha programado para principios de agosto del presente año, donde se evaluará el progreso y estado de las acciones planificadas para esta vigencia. Es un compromiso continuo, una promesa de no olvidar ni abandonar a aquellos que llevan sobre sus hombros el peso de la tragedia.

Cifras

En Villavicencio, según las estadísticas de la Red Nacional de Información, residen 97.092 víctimas del conflicto armado, lo que representa el 17,5% de la población de esta capital. Son números que nos interpelan, que nos obligan a actuar con urgencia y empatía, recordándonos que detrás de cada cifra hay un rostro, una historia, un dolor que clama por justicia y reparación.


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