Karen Abudinen, envuelta en una polémica, por posibles irregularidades en la ejecución de un contrato del Ministerio de las Tic, con la Unión Temporal Centros Poblados. La exministra, se convirtió en la quinta ministra que renuncia a su cargo, desde que se creó esta figura en la Constitución Política de 1991.
Es por eso, que este hecho ha generado malestar dentro del Congreso, pues implica que, si los ministros ven que no tienen las mayorías en el Legislativo, para superar la moción de censura, deciden renunciar antes de salir derrotados en el parlamento.
Sin embargo, a fin de evitar estas situaciones, el representante César Lorduy, radicó a mediados de este año un proyecto para que los funcionarios llevados a debate de moción, no puedan renunciar antes de la votación de este mecanismo.
La idea, es que si el ministro renuncia, este se le acepte posteriormente. No obstante, el proyecto ha tenido poco avance en el Congreso.
El texto del proyecto indica que “Con esta iniciativa se supedita la aceptación de la renuncia por parte del nominador, hasta tanto la moción sea votada por los integrantes de la Cámara que la haya propuesto. Así las cosas, si la moción es aprobada, el funcionario quedará separado de su cargo con ocasión de esta, mas no por haber renunciado, y de ser rechazada la moción de censura, entonces procederá el nominador a decidir sobre la renuncia”.
Asimismo, la misma semana en la que Abudinen dimitió a su cargo, antes de votarse la moción de censura en su contra, el proyecto de ley que hace trámite en el Congreso se enredó y quedó prácticamente muerto.
“Ese artículo se puede revivir en el segundo debate, pero en este momento el proyecto está sin su esencia”, expresó Lorduy.



