Lo que antes parecía una alianza inquebrantable entre el presidente Gustavo Petro y Gustavo Bolívar, exdirector de Prosperidad Social, empieza a mostrar fisuras. En los últimos días, ambos referentes de la Colombia Humana han protagonizado episodios que evidencian un distanciamiento.
Durante un evento en Tibú, Norte de Santander, Petro rompió el protocolo para dejar claro su desacuerdo con la participación de exfuncionarios en actos oficiales: “Rompo el orden del día porque no me parece que sea así, Gustavo Bolívar y otros compañeros. Los que renunciaron, renunciaron”, afirmó el mandatario, marcando distancia con quienes dejaron sus cargos por aspiraciones personales.
En respuesta indirecta, Bolívar publicó al día siguiente en su cuenta de X un mensaje enigmático: “El amor debe ser desinteresado o no es amor”. Esta frase ha generado múltiples interpretaciones, especialmente porque en el pasado, en una transmisión pública, Bolívar expresó abiertamente su aprecio por Petro: “Lo amo”, dijo entonces.
El cruce de declaraciones ha desatado un debate sobre el futuro político de Bolívar y su verdadera relación con el presidente. ¿Se trata de una estrategia calculada o de un verdadero quiebre dentro del movimiento?




