Adiós a un líder
Hoy, la comunidad de Timbío se despide de un hombre ejemplar que dedicó su vida al servicio de los demás. Buenaventura Paz Gueche, exconcejal y fundador del Acueducto Rural El Saladito, dejó una huella imborrable en la región. Su trabajo incansable, siempre enfocado en el bienestar colectivo, transformó la vida de miles de personas en sectores como El Altillo, El Arado, Las Huacas y Cinco Días, al garantizarles el acceso al agua potable.
Compromiso
Paz Gueche fue un defensor comprometido de su comunidad, luchando por los derechos de los más necesitados y denunciando las injusticias que encontraba en su camino. Durante su tiempo como concejal, siempre se destacó por su integridad y su capacidad para poner las necesidades del pueblo por encima de cualquier interés personal. Su dedicación al trabajo público le permitió implementar proyectos que, aún hoy, siguen beneficiando a muchas familias en el municipio.
Uno de los logros más significativos de Buenaventura fue la fundación del Acueducto Rural El Saladito, una obra que ha garantizado agua potable a más de 2.000 personas. Esta iniciativa, que parecía una tarea titánica, fue posible gracias a su visión, esfuerzo y colaboración con la comunidad. Hoy, muchos hogares que antes sufrían la falta de acceso a este recurso vital, disfrutan de un servicio esencial gracias a su perseverancia.
El impacto de su labor va más allá de las obras realizadas; Paz Gueche dejó una enseñanza invaluable sobre el trabajo honesto y la importancia de velar por el bienestar común. Su ejemplo de liderazgo y dedicación se mantendrá vivo en cada rincón de la comunidad, donde su figura es recordada con respeto y admiración. Hoy, más que nunca, su legado inspira a nuevas generaciones a seguir sus pasos y a trabajar por un futuro mejor para todos. La partida de Buenaventura Paz Gueche deja un vacío profundo en la comunidad, pero su memoria permanecerá intacta en el corazón de quienes lo conocieron.




