En medio del agitado panorama político colombiano, una de las figuras que ha comenzado a tomar fuerza como posible precandidato presidencial es el actual gobernador de Boyacá, Carlos Amaya. La noticia ha sorprendido a muchos, ya que el político de la Ruana ha sido mencionado como una de las principales cartas del Partido Verde para competir en la consulta interna de la Centro-Izquierda que se celebrará en octubre. Sin embargo, la jugada no parece tan sencilla, y surgen diversas preguntas sobre si Amaya realmente tiene la capacidad de ser un líder independiente o si simplemente se convertirá en una pieza más en el ajedrez del presidente Gustavo Petro.
Carlos Amaya ha sido un aliado cercano de los sectores progresistas y ha sabido jugar sus cartas para mantenerse en la palestra política. Pero su aparición como posible precandidato presidencial no es fortuita, ni tampoco una simple aspiración personal. Se ha especulado que Petro lo ve como una figura útil dentro del espectro del Centro y la Izquierda, sobre todo por su vinculación con el Partido Verde, que ha sido clave en su agenda legislativa y en su consolidación como figura política nacional.
Sin embargo, el movimiento parece tener un propósito más calculado. Amaya podría ser el candidato que el petrismo necesita para fortalecer su coalición, pero también existe la posibilidad de que, en caso de no lograr la Presidencia, termine siendo una fórmula vicepresidencial bajo el liderazgo de Petro. Esto plantea dudas sobre su autonomía política y la verdadera independencia de su candidatura. ¿Es Amaya realmente un líder con aspiraciones propias o se está alineando, tal vez de forma inevitable, con los intereses del presidente?
La competencia por la candidatura del Centro-Izquierda está cada vez más intensa, con figuras como Gustavo Bolívar, Jaime Dussan y María José Pizarro, quienes también se perfilan como fuertes aspirantes. Amaya, por su parte, ha comenzado a realizar consultas sobre su futuro político, pero la sombra del petrismo se cierne sobre él, lo que podría limitar su margen de maniobra. A medida que se acerca la fecha de la consulta, se irá despejando si el actual gobernador de Boyacá es capaz de consolidarse como un candidato fuerte por derecho propio, o si terminará siendo una carta más de Petro en su búsqueda de continuar la hegemonía de la izquierda en Colombia.




