
Bernabé Martínez Méndez falleció por inmersión al interior de una finca.
La tarde se tornó oscura en la vereda Guabinal Plan, cuando el rumor de una tragedia comenzó a correr entre los vecinos. En una modesta casa lote, donde la tranquilidad del campo solía ser rutina, fue hallado el cuerpo sin vida de Bernabé Martínez Méndez, un adulto mayor de 72 años que, según las primeras versiones, habría caído accidentalmente a un estanque piscícola de su propiedad. El hallazgo paralizó a la comunidad: don Bernabé, como lo conocían todos, no respondía a los llamados.
Según el testimonio de los moradores vecinos, el estanque, que por años había sido parte de su sustento, terminó siendo el escenario de su trágico final. Vecinos que notaron su ausencia inusual acudieron a su predio y lo encontraron inconsciente dentro del agua. Con desesperación, intentaron rescatarlo, y aunque lograron sacarlo del estanque, ya no mostraba signos vitales. En medio del desconcierto, alguien alcanzó a dar aviso a los servicios de emergencia.
Se conoció que paramédicos de la empresa Médical 24/7 se desplazaron rápidamente al lugar, respondiendo al llamado de la comunidad que aún mantenía la esperanza. Pero el destino ya estaba escrito. Pese a los intentos por reanimarlo y trasladarlo a un centro asistencial, don Bernabé ya había partido. Las manos médicas solo pudieron certificar lo irreversible, mientras el silencio se apoderaba del entorno.
Horas después, el lugar fue acordonado por personal de criminalística de la SIJIN URI, que adelantó la inspección técnica del cadáver y dio inicio a las investigaciones para esclarecer las circunstancias exactas del fallecimiento. Aunque la hipótesis más probable es un accidente, las autoridades no descartan ninguna posibilidad mientras se recogen testimonios y evidencia.

