En un Morumbi repleto y con el aliento incesante de su hinchada, São Paulo logró sellar su pase a los cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores 2025, tras superar por penales (4-3) a Atlético Nacional en una serie que terminó igualada 1-1 en el marcador global. La noche estuvo marcada por la intensidad, el drama y la sangre fría del conjunto paulista en los momentos decisivos.
El conjunto dirigido por Hernán Crespo comenzó el partido con decisión, y esa actitud se reflejó de inmediato en el marcador. Apenas al minuto 3, André Silva capitalizó un error defensivo del equipo colombiano para anotar el 1-0 y empatar la serie. Ese gol tempranero dio tranquilidad a los locales, que supieron manejar los ritmos del encuentro con paciencia y dominio territorial.
A pesar del control de São Paulo, Nacional encontró el empate en el segundo tiempo, cuando Alfredo Morelos convirtió un penal al minuto 70. Sin embargo, el envión anímico del equipo colombiano duró poco, ya que segundos después sufrió la expulsión de Edwin Cardona, lo que inclinó nuevamente el desarrollo del juego a favor del equipo paulista.
Con un hombre de más durante los últimos 20 minutos, São Paulo buscó el segundo tanto, pero la defensa rival se cerró bien y evitó que el equipo brasileño definiera el partido en los 90 minutos. Pese a no marcar, el local mostró madurez táctica y no se desordenó, sabiendo que la presión y el contexto jugaban a su favor de cara a la tanda de penales.
En la definición desde los doce pasos, São Paulo fue más preciso y mentalmente fuerte. Convirtió cuatro de sus cinco ejecuciones y contó con una atajada clave de su arquero, que desató el festejo en las tribunas. Atlético Nacional, en cambio, falló dos disparos, y vio cómo su participación en el torneo continental llegaba a su fin.
La clasificación representa un nuevo paso en el objetivo tricolor de volver a conquistar América. Con un plantel equilibrado y un entrenador que ha logrado consolidar una idea de juego clara, São Paulo se muestra como un equipo confiable y competitivo, especialmente en este tipo de encuentros cerrados donde la experiencia y la serenidad marcan la diferencia.
Ahora, con el boleto en mano para los cuartos de final, São Paulo espera rival con optimismo y confianza. El Morumbi volvió a ser un bastión inexpugnable en Libertadores, y la hinchada ya comienza a soñar con un nuevo título continental que devuelva al club al lugar histórico que siempre ha ocupado en el fútbol sudamericano.