El Tribunal Superior de Antioquia revocó la absolución que había dictado en 2024 y declaró a Santiago Uribe culpable. Fue condenado a 28 años y 4 meses de cárcel por los delitos de homicidio agravado y concierto para delinquir agravado. La condena contempla además una multa equivalente a 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, y la inhabilitación para ejercer cargos públicos por 20 años. El tribunal negó la posibilidad de prisión domiciliaria o suspensión de la pena. El fallo establece que Santiago Uribe formó y dirigió el grupo paramilitar “Los 12 Apóstoles”, una organización de ultraderecha que operó en los años 90 en el norte de Antioquia. Según la investigación, desde su finca, denominada “La Carolina” (municipio de Yarumal, Antioquia), se planearon asesinatos, desapariciones forzadas y “limpieza social” contra personas consideradas supuestos colaboradores de guerrillas o “indeseables”. Entre los crímenes probados se encuentra el asesinato de un conductor, conocido como Camilo Barrientos — ocurrido en 1994 — entre otros homicidios cometidos en la región. El tribunal considera que los crímenes se constituyen como delitos de lesa humanidad. La defensa de Santiago Uribe anunció que apelará la sentencia ante la Corte Suprema de Justicia. Su condena representa un hito importante respecto a la judicialización de vínculos entre actores políticos o élites con grupos paramilitares en Colombia.




