Homicidios, hurtos, feminicidios, violencia sexual y familiar, tráfico de drogas y armas, extorsiones, son los delitos que a diario se presentan en el municipio de Santander de Quilichao. Una localidad en manos de la delincuencia, una ciudad sumida en el terror por el incremento de la inseguridad y la delincuencia.
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En las últimas horas, un hecho de sangre ocurrido en horas de la noche en una de las principales calles del barrio Los Guaduales de Santander de Quilichao, una mujer fue asesinada de varios disparos por dos sicarios, quienes al parecer fueron capturados tras una rápida reacción de la policía y comunidad que ayudó para ubicar a los supuestos criminales.
En las investigaciones, se pudo conocer que la joven dama se encontraba en un lote cuando llegaron dos hombres y sin mediar ningún tipo de palabras le propinaron cuatro disparos. Uno de los testigos indicó… “estaba cerca del sitio cuando escuché los disparos, luego observé que dos hombres huían tras dejar a la mujer mal herida. Ella aún respiraba y aunque fue ingresada a la sala de urgencias del hospital Francisco de Paula Santander por la gravedad de las lesiones falleció minutos después”, enfatizó.
Se trataba de María Camila Aguilar una joven amante de las redes sociales y de los tatuajes. Integrantes de actos urgentes se la Sijin se encargaron de llevar a cabo la inspección técnica de cadáver. En los procedimientos legales observaron disparos en la región del pecho, cavidad torácica y cabeza. Luego, los expertos en Ciencias Forenses realizaron la debida necropsia para determinar su plena identidad y las causas de su deceso.
Con este tipo de actos violentos, queda claro que la seguridad le quedó grande a la actual alcaldesa Lucy Amparo Guzmán; una mujer que durante su mandato no pudo garantizar la seguridad y tranquilidad de los quilichagüeños y tampoco cumple con su obligación constitucional de preservar la vida, honra y bienes de quienes habitan en esta zona del norte del departamento del Cauca. Se espera que se tomen los correctivos necesarios para que esta población no siga siendo epicentro de más derramamiento de sangre.
