Sandra Ortiz, exconsejera para las regiones, rompió el silencio en su primera entrevista desde su detención por su presunta implicación en el mayor escándalo de corrupción que ha afectado a la UNGRD. En la entrevista, evitó confirmar o negar los tres mil millones de pesos entregados como soborno al entonces presidente del Senado, Iván Name, pero sugirió que su testimonio podría revelar graves secretos que involucran a altos funcionarios del gobierno actual.
Ortiz aseguró estar dispuesta a contar la verdad, pero advirtió que no tiene garantías para hacerlo debido a las amenazas a su vida. Relató que ha sido víctima de dos atentados y acusó a personas poderosas de querer silenciarla. Además, insinuó que uno de los testigos clave en su caso, Pedro Aguilar, un esmeraldero asesinado en 2024, fue matado para evitar que hablara.
Ortiz también criticó la injusticia de su juicio, preguntándose por qué no se le imputa lo mismo a Sneider, quien, según la Fiscalía, estaría involucrado en el transporte del dinero. Su decisión de hablar pone en duda el alcance real de la corrupción en la UNGRD y su posible vinculación con el gobierno actual.




