Una pareja de turistas puertorriqueños llegó a la playa 5 del sector Bocagrande en Cartagena buscando relajarse. Lo que empezó como una simple tarde con limonada terminó en una denuncia por presunta estafa. Sancionan a masajistas en Cartagena por estafa a turistas puertorriqueños.
Dos masajistas se acercaron con la clásica oferta de una “prueba gratis”. Los visitantes accedieron, pero la situación cambió rápidamente. Según el relato de las víctimas, las mujeres insistieron en continuar con el servicio pese a su negativa. Luego, las intimidaron para que pagaran una suma que alcanzó los 1.000 dólares.
Los turistas compartieron su experiencia en redes sociales, lo que permitió la rápida acción de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Policía sanciona a las responsables tras viralización del caso; Sancionan a masajistas en Cartagena por estafa a turistas puertorriqueños
Agentes de la Policía de Turismo identificaron a las masajistas implicadas y aplicaron un comparendo por comportamiento contrario a la convivencia. El brigadier general Gelver Peña, comandante de la Policía en Cartagena, pidió a los turistas hacer uso de la aplicación Titán Chat, que permite verificar precios oficiales y denunciar irregularidades.

“El objetivo es que no solo se denuncie en redes sociales, sino también de manera formal para actuar legalmente contra quienes afectan la economía turística de la ciudad”, señaló el oficial.
Titán Chat puede usarse desde el aeropuerto mediante un código QR y ofrece información oficial sobre servicios turísticos, actividades y precios.
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Cartagena suma más denuncias por cobros abusivos en sus playas
Este no es un caso aislado. A lo largo del año, diferentes turistas han reportado cobros desmedidos por masajes, bebidas y alimentos en las playas de Cartagena.
En marzo de 2024, una pareja extranjera denunció un sobrecosto de 3 millones de pesos en un restaurante de Bocagrande. Tras la intervención de la Policía, los responsables devolvieron parte del dinero. En otro hecho, un turista mexicano aseguró que le cobraron un millón de pesos por un masaje de apenas 10 minutos en la misma zona.
Estos casos ponen en evidencia la urgencia de una regulación más estricta y el uso de canales oficiales para garantizar que los turistas disfruten sin caer en engaños.




