El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, uno de los líderes más conocidos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ha quedado en libertad tras cumplir con su sentencia. Mancuso, quien fue extraditado a Estados Unidos en 2008 y condenado por narcotráfico, regresó a Colombia luego de cumplir su pena en una prisión estadounidense.
La noticia de su liberación ha generado reacciones diversas en el país. Para algunos, representa una oportunidad para que Mancuso colabore con la justicia colombiana en la búsqueda de la verdad y la reparación a las víctimas del conflicto armado. Para otros, su libertad es un recordatorio doloroso de las atrocidades cometidas por los grupos paramilitares bajo su mando.
Las organizaciones de víctimas han manifestado su preocupación y han exigido garantías de que Mancuso realmente coopere con la justicia. «Es crucial que su libertad no signifique impunidad. Esperamos que las autoridades aseguren su colaboración efectiva en los procesos judiciales y en la Comisión de la Verdad», declaró Ana María González, representante de la Asociación Nacional de Víctimas.
El gobierno colombiano, por su parte, ha señalado que se mantendrá vigilante para asegurar que Mancuso cumpla con sus compromisos de verdad, justicia, reparación y no repetición. «No permitiremos que se evada la responsabilidad que tiene con las víctimas y con la sociedad colombiana», afirmó el ministro de Justicia, Alejandro Gaviria.




