Salud Mental en los Colegios de Bogotá: Un Grito de Alarma por los Estudiantes Públicos

El concejal Julián Sastoque ha encendido las alarmas sobre una preocupante brecha en salud mental en los colegios de Bogotá
Salud Mental en los Colegios de Bogotá_ Un Grito de Alarma por los Estudiantes Públicos
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Desde la Secretaría de Educación resaltamos la importancia del análisis cuidadoso de los datos
estadísticos para evitar la desinformación y la estigmatización de los colegios públicos.

Frente a las declaraciones del concejal Julián Rodríguez Sastoque en relación con los casos de intento de suicidio que se registran en instituciones educativas en Bogotá, la Secretaría de Educación del Distrito se permite aclarar que:

  • Para la entidad es profundamente doloroso no poder evitar todos los intentos suicidas y los suicidios consumados, por eso trabajamos incansablemente de manera intersectorial para proteger la vida y la salud mental de nuestros estudiantes.
  • En el 2024 logramos la disminución de los suicidios consumados en un 48.8%, la tasa más baja en los últimos 5 años, gracias a la implementación de una metodología conjunta entre las secretarías de Educación, Salud y Cultura. Valga señalar que en los últimos cuatro años se registra una disminución en los casos de intento suicida en las instituciones educativas oficiales, de hecho, en lo corrido de este año, hemos logrado una disminución de 12.6% en el sector oficial y de 8.6% agregado (públicos + privados).
  • Ahora bien, frente al número de casos reportados es normal que se cometa el error de interpretar las cifras absolutas sin tener en cuenta datos como matrícula y tasas. Por ejemplo, el sector oficial tiene un 75% más de estudiantes que el sector privado, por lo tanto, a mayor número de estudiantes mayor número de casos. Tampoco es cierto que “el número de instituciones públicas excede en 50% a las privadas”. Bogotá cuenta con 412 colegios oficiales y 1.375 privados.
  • Las instituciones educativas oficiales son más rigurosas en la activación del sistema de alertas, dado que las maestras y maestros han surtido un proceso de cualificación que les permite identificar la importancia del reporte oportuno de las situaciones de riesgo para las niñas, niños y jóvenes. Es de señalar que los reportes registrados en el sistema de alertas corresponden a situaciones presentadas tanto dentro como fuera de las instituciones educativas.
  • Actualmente los colegios públicos de Bogotá cuentan con 1.750 docentes orientadores que representa la mejor relación por número de estudiantes. Esta relación no solo es la mejor en el país, sino de Latinoamérica. Así mismo, en el marco de nuestro programa Escuelas con Emociones, hemos adelantado 4.485 acciones en favor de la salud mental de niñas, niños y jóvenes, lo que representa un aumento del 46% frente al año anterior, y un 134% comparado con 2023

El concejal Julián Sastoque ha encendido las alarmas sobre una preocupante brecha en salud mental que afecta a los estudiantes de Bogotá. Según cifras de la Secretaría de Educación Distrital, el riesgo de intento de suicidio se triplica en los colegios públicos en comparación con los privados. De un total de 699 casos reportados hasta junio de 2025, 522 corresponden a jóvenes de instituciones públicas, mientras que los 177 restantes ocurrieron en colegios privados. Esta desproporción es particularmente grave si se considera que, aunque la ciudad tiene más colegios públicos, la diferencia en la tasa de eventos refleja una inequidad en la atención que demanda acciones inmediatas.

Además de la crisis de suicidio, las instituciones educativas enfrentan un alarmante aumento en los casos de violencia escolar. A mitad de 2025, se han reportado más de 22.000 incidentes en Bogotá, continuando una tendencia al alza que ha mantenido un crecimiento constante en los últimos años. Las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy, Bosa, Usme y Suba concentran la mayoría de estos casos, lo que indica la necesidad de intervenciones focalizadas en estas áreas. La violencia en las aulas crea un entorno de estrés y vulnerabilidad, lo que sin duda afecta la salud mental de los jóvenes y potencia otros riesgos, como el suicidio, generando un ciclo perjudicial.

Salud Mental en los Colegios de Bogotá: Un Grito de Alarma por los Estudiantes Públicos

Siga leyendo:

La insuficiencia de recursos agrava esta situación. Los datos del concejal Sastoque revelan que cada docente orientador en el Distrito atiende a un promedio de 387 estudiantes. A pesar de que esta cifra podría parecer dentro de la norma en un contexto formal, la realidad muestra que dificulta la atención individualizada y profunda que los casos de ideación o intento suicida requieren. De esta forma, la falta de una respuesta oportuna y eficaz por parte de las instituciones puede dejar a los jóvenes en un estado de vulnerabilidad extrema, aumentando el riesgo de que la falta de un protocolo funcional termine cobrando vidas. En respuesta a esta problemática, la Alcaldía de Bogotá ha implementado líneas de ayuda como la Línea 106, que busca ofrecer apoyo psicológico gratuito, sin embargo, la coordinación de estos esfuerzos con los colegios sigue siendo un desafío.

Por consiguiente, el concejal Sastoque ha propuesto un proyecto de acuerdo, ya aprobado en primer debate, que busca formar brigadistas en primeros auxilios psicológicos, capacitando a maestros y otros miembros de la comunidad educativa para manejar crisis emocionales. Esta iniciativa es vital, ya que dota a las instituciones de herramientas de contención y apoyo inmediato mientras se activa la ruta institucional. La falta de respuesta oportuna ha sido una crítica recurrente, y el proyecto del concejal podría ser un primer paso para fortalecer la red de apoyo y garantizar que ninguna alerta de salud mental se quede sin atención.

Salud Mental en los Colegios de Bogotá: Un Grito de Alarma por los Estudiantes Públicos

Temas de interés:

En definitiva, la crisis de salud mental en los colegios públicos de Bogotá es un llamado urgente a la acción. El aumento de los casos de suicidio y violencia escolar, sumado a la brecha de atención, subraya la necesidad de una política pública más robusta y coordinada. La salud mental de los niños, niñas y jóvenes no debe ser un lujo reservado para unos pocos, sino un derecho garantizado para todos. Una respuesta integral que involucre a las familias, las escuelas y las instituciones de salud, además de dotar a los docentes de las herramientas necesarias, se hace indispensable para construir entornos más seguros y protectores, y proteger el futuro de una generación que enfrenta desafíos sin precedentes.


Compartir en

Te Puede Interesar