La calidad del agua y su escasa disponibilidad en Ipiales han generado un intenso debate entre autoridades y ciudadanía. En los últimos meses, barrios de la zona alta han sufrido cortes prolongados que obligan a los habitantes a almacenar el líquido en condiciones poco higiénicas.
Víctor Hugo Bastidas, secretario de Salud del municipio, reconoció los problemas de abastecimiento, pero negó que el agua distribuida por el acueducto sea responsable de las enfermedades gastrointestinales. Según él, las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA) se deben a malas prácticas de higiene y consumo de alimentos contaminados.
No obstante, el Instituto Departamental de Salud de Nariño (IDSN) ha señalado que deficiencias en la potabilización del agua sí han influido en brotes de EDA. A través de estudios previos, advierten sobre la relación entre la mala calidad del agua y el aumento de enfermedades.
Esta contradicción entre las versiones oficial y técnica ha generado desconfianza en la comunidad. Organizaciones sociales y expertos solicitan mayor claridad y transparencia en los análisis del agua que se distribuye. Los ciudadanos también han denunciado falta de mantenimiento en la red de acueducto, sobre todo en sectores periféricos donde los cortes son más frecuentes y prolongados.
