– La comunidad del municipio de Viotá vive momentos de incertidumbre y preocupación tras la misteriosa desaparición del sacerdote Carlos Saúl Jaimes Guerrero, de 30 años, quien fue visto por última vez el pasado 17 de junio.
El vehículo en el que se movilizaba el religioso fue hallado abandonado cerca de una quebrada, en una vía rural que conecta la vereda La Unión con el municipio de Nilo. Desde entonces no se tiene rastro de su paradero, lo que ha encendido las alarmas en las autoridades locales y nacionales.
La Alcaldía de Viotá, en coordinación con la Policía Nacional, el Ejército, la Fiscalía y el Gaula, activó un Puesto de Mando Unificado y convocó un consejo de seguridad extraordinario para coordinar las labores de búsqueda. La principal hipótesis que manejan los investigadores es un posible secuestro extorsivo, presuntamente perpetrado por una banda de delincuencia común que opera en la zona.
En un esfuerzo por agilizar la búsqueda, las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta $10 millones de pesos por información que permita dar con el paradero del sacerdote. Asimismo, han sido habilitadas las líneas 123 y 321 394 0704 para recibir cualquier dato relevante.
Las labores de búsqueda incluyen personal especializado en inteligencia, investigadores judiciales, y unidades del Gaula, quienes recorren la zona rural donde fue encontrada la camioneta.
La desaparición del padre Carlos Saúl ha causado conmoción entre los habitantes del municipio, quienes han organizado cadenas de oración y piden a las autoridades redoblar esfuerzos para su pronto regreso, sano y salvo.
