Nariño, Cundinamarca, es un municipio ubicado en la región del Alto Magdalena que se destaca por sus paisajes cálidos, su ambiente tranquilo y una riqueza natural y cultural que atrae a visitantes de toda la región. Uno de los lugares más importantes es el Parque Principal, un espacio amplio, rodeado de árboles, donde se encuentra la vida social del pueblo y donde los visitantes pueden disfrutar de un ambiente tradicional. Allí se levanta el Templo San Cayetano, una construcción emblemática que refleja la historia religiosa del municipio y que se ha convertido en un punto obligado para quienes desean conocer la arquitectura y la tradición local. Otro sitio de interés es el Puerto Nariño, ubicado a orillas del río Magdalena, donde se puede contemplar el imponente paisaje del cauce, observar el paso de embarcaciones y disfrutar de la tranquilidad que ofrece el río. Desde este lugar también se realizan recorridos informales en lancha y se pueden apreciar atardeceres que pintan el cielo de tonos cálidos y brillantes.
Las veredas del municipio también ofrecen atractivos naturales importantes, como la vereda Garbanzal y su puerto, donde el visitante puede adentrarse en un ambiente más rural y observar la vida cotidiana de las comunidades ribereñas. En la vereda Sabaneta se encuentran petroglifos tallados por antiguas comunidades indígenas, un patrimonio arqueológico que da testimonio del pasado ancestral de la región y que atrae a quienes sienten interés por la historia prehispánica. Estos grabados en piedra son un enigma que invita a la reflexión y permiten imaginar cómo era la vida de los primeros habitantes del territorio. Otro atractivo muy visitado son las piscinas naturales conocidas como Las Aguas de Los Mangos, ubicadas en zona montañosa, donde el agua fresca que corre entre rocas forma pequeños pozos ideales para el descanso, la recreación y el contacto directo con la naturaleza. Es un lugar perfecto para disfrutar en familia, escaparse del calor y escuchar los sonidos propios del entorno natural.
Asimismo, Nariño ofrece espacios apropiados para la práctica del ciclismo, tanto recreativo como de montaña, pues su topografía permite el trazado de rutas que conectan el casco urbano con veredas cercanas y municipios vecinos. Una de las más conocidas es la ruta Nariño–Girardot, utilizada por deportistas y aficionados que buscan un recorrido exigente pero lleno de paisajes rurales. También existe el Cerro de Monserrate, una elevación natural desde la cual se pueden obtener panorámicas amplias del municipio y del valle que rodea la región. Subir este cerro permite respirar aire puro, contemplar la vegetación de la zona y apreciar una vista única del río Magdalena a lo lejos. Además de sus atractivos naturales y culturales, Nariño cuenta con eventos festivos que también se consideran lugares de encuentro y disfrute, como las ferias y fiestas patronales que reúnen a la comunidad con actividades culturales, cabalgatas, música, gastronomía típica y una energía vibrante que muestra la esencia alegre del municipio.
En conjunto, Nariño es un destino que combina historia, naturaleza, cultura y tranquilidad, ideal para quienes buscan un lugar acogedor, cálido y lleno de encanto en la región del Alto Magdalena. Cada uno de sus espacios ofrece una experiencia distinta: desde la serenidad del río hasta la frescura de las montañas, pasando por la tradición del parque central, las huellas en piedra del pasado indígena y las rutas de aventura que invitan a explorar. Es un municipio que sorprende por su sencillez y su riqueza al mismo tiempo, un lugar donde el visitante puede desconectarse de la rutina, reencontrarse con la naturaleza y descubrir un territorio lleno de vida y significado.




