Sabanagrande en alerta

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

violencia se dispara en la banda oriental del Atlántico

La tranquilidad de Sabanagrande, municipio de la banda oriental del Atlántico, se ha visto gravemente alterada por una creciente ola de violencia que mantiene a sus habitantes bajo una constante sensación de zozobra. En apenas cuatro meses de 2025, el número de homicidios ya supera al total registrado en todo el año anterior, lo que ha encendido las alarmas entre la comunidad y expertos en seguridad.

El más reciente hecho de sangre ocurrió el viernes anterior, cuando Julián Sánchez, un hombre de 44 años, fue asesinado a tiros por un sicario en moto mientras se desplazaba en su bicicleta todoterreno cerca de la Institución Educativa San Juan Bosco. Según testigos, Sánchez había dejado a un menor en el plantel y fue interceptado minutos después, recibiendo al menos tres impactos que le causaron la muerte inmediata.

Aunque las autoridades aún no han determinado los móviles del crimen, los pobladores asocian estos actos violentos con las disputas entre estructuras criminales, cuyo accionar recuerda los años más oscuros del municipio, cuando el frente José Pablo Díaz de las Autodefensas dominaba la región. La aparición de panfletos amenazantes ha reavivado viejos temores y ha instalado un ambiente de incertidumbre generalizada.

Reynell Badillo, investigador académico, confirmó a través de redes sociales y en diálogo con este medio que el panorama en Sabanagrande es crítico: “Solo entre enero y el 2 de abril de 2025 se han registrado nueve homicidios. El único año más violento fue 2004, con 13 asesinatos. Estamos ante una crisis de seguridad severa”.

Pero Sabanagrande no es un caso aislado. Según el análisis de Badillo, otros municipios vecinos atraviesan situaciones similares. “El 2024 fue el año con más homicidios en Palmar de Varela desde 2003, y el 2023 fue el más violento para Santo Tomás desde 2006. Las características de los crímenes —masacres, asesinatos selectivos, listas negras— son típicas del crimen organizado”, advirtió.

La banda oriental del Atlántico enfrenta, así, un escenario alarmante que requiere atención urgente de las autoridades nacionales y departamentales. Los habitantes, por su parte, exigen mayor presencia institucional, estrategias de prevención del delito y garantías para vivir sin miedo, en un territorio que por años ha intentado dejar atrás el estigma de la violencia.


Compartir en