En el del sur de Nariño, se comenzó a tejer un nuevo destino de integración y desarrollo. La obra de pavimentación de 2,5 kilómetros de la vía rural entre Las Delicias y el río Chiguacos, en el municipio de Córdoba, marcó el inicio de un proyecto largamente esperado que conecta directamente con Potosí y, a su vez, con el corregimiento de Las Lajas, Ipiales.
La obra, que cuenta con una inversión superior a los 10 mil millones de pesos, tiene como origen un esfuerzo conjunto entre las autoridades departamentales y municipales, así como las comunidades indígenas y rurales de la región. De esa cifra, 9.500 millones de pesos provienen de regalías del departamento de Nariño, y 500 millones son aportados por el municipio de Córdoba.
Esta no es solo una obra de infraestructura vial, sino una oportunidad para mejorar la economía local, fortalecer el turismo y fomentar la integración cultural entre comunidades. Durante el acto inaugural, celebrado con entusiasmo por líderes locales y representantes indígenas, el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, y el alcalde de Córdoba, Edwin Cerón, subrayaron la importancia de este proyecto para la región.
El alcalde Cerón destacó que la pavimentación de esta vía reducirá significativamente los tiempos de desplazamiento, beneficiando incluso al turismo religioso que visita el Santuario de Las Lajas. Según Cerón, los viajeros desde el corregimiento de San Juan podrán ahorrar al menos una hora de trayecto al evitar el paso por Ipiales.
El líder indígena Polivio Leandro Rosales consideró que la obra es un paso crucial hacia la interconexión de los municipios, destacando su relevancia para los productores, comerciantes y el sector turístico. La construcción de la vía representa un acuerdo entre las comunidades indígenas de los pueblos Pastos y Quillasingas, las autoridades locales y los gobiernos departamentales, con el objetivo de garantizar que la pavimentación continúe hasta enlazar completamente a Córdoba y Potosí.
El proyecto se enfoca en la mejora de la calidad de vida de las 32 comunidades originarias de la región. Taita Jesús Homero Cuasapud, líder de AICO, enfatizó que la pavimentación no es solo una mejora de la infraestructura, sino un símbolo de la unión de voluntades para el desarrollo del sur de Nariño. “No es solo pavimento, es un consenso en beneficio de nuestros pueblos, que tanto necesitan infraestructura vial, educación, salud y bienestar social”, señaló Cuasapud.




