El gobierno ruso lanzó una nueva advertencia internacional al denunciar un aumento significativo de ciudadanos colombianos en las filas del ejército ucraniano, señalándolos como mercenarios reclutados por potencias occidentales. Según declaraciones de un diplomático ruso, estos combatientes estarían siendo captados mediante redes digitales y ofrecimientos económicos, aprovechando su experiencia militar. Moscú considera esta participación una amenaza directa y acusa a los gobiernos occidentales de fomentar una guerra por encargo, utilizando soldados extranjeros en el conflicto con Ucrania.
Desde Colombia no ha habido una posición oficial sobre estas acusaciones, aunque se ha reconocido que algunos exmilitares han viajado por cuenta propia a zonas de guerra en busca de ingresos y oportunidades. La alerta rusa reaviva la preocupación sobre el uso de combatientes latinoamericanos en conflictos geopolíticos ajenos, y plantea preguntas sobre el alcance del reclutamiento privado y el papel de agencias intermediarias. Analistas advierten que, de confirmarse, esta situación podría tensar aún más las relaciones diplomáticas entre Rusia y países latinoamericanos aliados de Occidente.




