Rumania: El castillo de Bran

Es una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, que goza de gran atractivo turístico por la creencia popular de que era la antigua residencia de Vlad Țepeș el Empalador.
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El castillo de Bran (en rumano: Castelul Bran) es una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, que goza de gran atractivo turístico por la creencia popular de que era la antigua residencia de Vlad Țepeș el Empalador.

Situado cerca de Braşov en Transilvania, es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo rumano por su antigüedad, por valor arquitectónico y por su vínculo con el personaje ficticio del conde Drácula. Se sostiene que el personaje histórico en el que se inspiró Stoker, Vlad Țepeș (Vlad III Drăculea), jamás vivió en este castillo y que su verdadera fortaleza fue el castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.

A pesar de su aspecto macizo y fortificado, el castillo de Bran recibió pocos asedios y su importancia militar fue escasa. Solo fue habitado permanentemente durante las décadas de 1920 y 1930, cuando sirvió de residencia veraniega a la reina María de Rumanía.

En ese emplazamiento fue construida una fortaleza por caballeros de la Orden Teutónica alrededor de 1212, cuando fueron recibidos en el Reino de Hungría, después de haber sido derrotados por los sarracenos en Tierra Santa, con lo que regresaron a Europa. La fortaleza está emplazada en la frontera entre Transilvania y Valaquia y su arquitectura es única. Si bien esa pequeña fortificación fue arrasada con el paso del tiempo y recibió las arremetidas de las hordas tártaras en 1241, la estructura actual fue erguida por órdenes del rey Luis I de Hungría en 1377, para cumplir una función comercial y defensiva contra el voivoda de Valaquia.

Este castillo es famoso por la creencia de que había sido el hogar del Vlad Drǎculea (Vlad III el Empalador) en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que Vlad viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, el Empalador pasó solo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, en su camino a la prisión de Budapest, cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano.

Después de terminada la Primera Guerra Mundial, en 1920, se firmó el Tratado de Trianon, donde la región de Transilvania fue cedida al Reino de Rumania, y con esto, el castillo de Bran pasó a pertenecer a la administración rumana.


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