La reconstrucción de Mocoa sigue siendo una deuda pendiente. A más de seis años de la tragedia ocurrida en 2017, cientos de familias aún viven entre escombros, sin acceso a viviendas dignas ni a la infraestructura prometida. En medio de este panorama desolador, la sombra de la corrupción apunta a exfuncionarios que habrían manejado recursos destinados a la recuperación del municipio.
Hugo Bolaños y Eduardo González, quienes ocuparon cargos clave en la gestión de la emergencia y los planes de reconstrucción, están en el centro de las sospechas. Diversas denuncias señalan irregularidades en la ejecución de los proyectos, con sobrecostos, retrasos injustificados y obras inconclusas.
Los habitantes de Mocoa, cansados de esperar soluciones, exigen respuestas concretas y que se haga justicia. Mientras las autoridades investigan, la ciudad sigue sumida en el abandono, con familias que claman por lo que se les prometió: una oportunidad para reconstruir sus vidas.