Rosario Central vence a River Plate con polémicas arbitrales

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Rosario Central protagonizó una tarde inolvidable en el Gigante de Arroyito tras vencer 2-1 a River Plate en un partido intenso, de ritmo alto y con emociones de principio a fin. Con garra, orden y momentos de gran fútbol, el equipo rosarino consiguió una victoria que lo impulsa en la tabla y confirma su crecimiento futbolístico en la recta decisiva del campeonato.

El encuentro comenzó con un golpe temprano del visitante, cuando Miguel Angel Borja adelantó a River al minuto 10 con una definición precisa. Sin embargo, Central no se descompuso y respondió con carácter. Franco Ibarra igualó el marcador al minuto 21 tras una jugada colectiva que reflejó el ímpetu del conjunto local. Ya en la segunda mitad, Ignacio Malcorra firmó la remontada con un golazo al minuto 57, desatando la euforia de los hinchas auriazules.

Uno de los grandes atractivos del partido fue la presencia de Ángel Di María en las tribunas del Gigante, quien se mostró emocionado y alentando al club que lo vio nacer. Su visita pareció inyectar energía adicional al plantel, que jugó con una intensidad notable, especialmente tras quedar con un hombre menos. El empuje de la hinchada y la conexión con una figura histórica como “Fideo” hicieron del triunfo una fiesta completa para los rosarinos.

En el plano estadístico, Rosario Central superó ampliamente a su rival en generación de peligro. Registró 18 remates, siete de ellos al arco, frente a los nueve y tres del conjunto millonario. Aunque River dominó la posesión con un 52%, el local fue más incisivo y efectivo cada vez que pisó el área rival. Los 288 pases completados por Central, con una precisión del 72%, mostraron un juego directo y práctico que descolocó a los visitantes.

La entrega fue otro punto alto del partido. El conjunto auriazul no rehuyó el contacto físico y disputó cada balón con determinación, cometiendo 18 faltas frente a las 16 de River. A pesar de recibir dos tarjetas amarillas y una roja, el equipo mantuvo el control emocional y defendió con valentía la ventaja. Los ocho tiros de esquina a favor reflejan también la constante presión ofensiva sobre el arco rival.

El público en Rosario celebró no solo la victoria, sino la actitud de un plantel que demostró hambre de triunfo. La remontada frente a uno de los equipos más poderosos del país tuvo un valor simbólico importante: confirmó que Central puede competir de igual a igual, aún en contextos adversos. La conexión entre los jugadores y la hinchada fue total, especialmente en los últimos minutos, cuando el aliento se transformó en empuje colectivo.

Con esta victoria, Rosario Central da un paso firme en su aspiración de escalar posiciones y consolidarse en zona de protagonismo. El equipo mostró personalidad, convicción y carácter, tres elementos esenciales para sostener su buen momento. La noche quedó marcada por el regreso de Ángel Di María al estadio que lo vio crecer y por una victoria que fortalece la ilusión de un club que sueña con volver a ser protagonista grande del fútbol argentino.


Compartir en