Rosario Central protagonizó un vibrante empate 1-1 frente a Boca Juniors en el Gigante de Arroyito, en un duelo cargado de emociones y que dejó una de las postales más memorables de la jornada. El encuentro, correspondiente a la fecha 8 de la Primera División, fue intenso de principio a fin, con ambos equipos entregándose al máximo en busca de los tres puntos.
El gran protagonista de la noche fue Ángel Di María, quien desató la locura en las tribunas con un verdadero golazo olímpico al minuto 24. El rosarino, con una pegada exquisita desde el tiro de esquina, sorprendió a todos al clavar el balón directamente en la portería rival. Una obra de arte que reflejó toda su calidad y que quedará grabada en la memoria de los hinchas canallas.
Antes del tanto de Di María, el partido ya había tenido emociones. Boca Juniors se adelantó en el marcador gracias a Rodrigo Battaglia, que al minuto 20 conectó un cabezazo preciso tras un centro al área. Ese golpe inicial no derrumbó a Rosario Central, que respondió rápidamente con carácter y fútbol para emparejar las acciones.
La igualdad trajo consigo un espectáculo de ida y vuelta. Central buscó constantemente con la velocidad de Alejo Véliz y el despliegue de Santiago López, mientras que Boca intentó contrarrestar con la experiencia de Edinson Cavani y la proyección de Brian Aguirre. Cada jugada ofensiva fue celebrada con intensidad por un estadio que no dejó de alentar.
Más allá de la belleza del gol olímpico, Rosario Central mostró solidez en su defensa. Figuras como Joaquín Broun, en el arco, y la dupla de Komar y Quintana, fueron claves para sostener el resultado en los momentos de mayor presión xeneize. Esa concentración defensiva permitió que el equipo mantuviera la paridad hasta el pitazo final.
El tanto de Di María no solo sirvió para igualar el encuentro, sino también para demostrar que su talento sigue intacto y que es capaz de marcar diferencias en cualquier escenario. El público lo despidió con una ovación, consciente de haber presenciado un gol que será recordado por muchos años en el Gigante de Arroyito.
Con este empate, Rosario Central suma un punto valioso en la tabla y refuerza su confianza de cara a lo que viene en el Clausura. Aunque no lograron quedarse con la victoria, la hinchada celebró la actitud del equipo y, sobre todo, la genialidad de uno de sus máximos ídolos, que volvió a brillar en su casa con una obra maestra digna de los grandes momentos del fútbol argentino.




