ROBOS SIN CONTROL

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‘José’ denunció un asalto que refleja la creciente inseguridad.

En Ibagué, la delincuencia parece no tener límites, y ahora ni los adultos mayores se salvan de ser protagonistas de actos delictivos. ‘José’, propietario de una panadería ubicada en el centro de la ciudad, denunció públicamente el robo que sufrió su negocio a manos de un hombre de avanzada edad, cuya apariencia tranquila terminó siendo puro disfraz.

“El señor tendría entre 60 y 70 años. Llegó muy formal, pidió tres artículos de nuestro local”, relató ‘José’, visiblemente molesto por la situación. Según explicó, mientras la cajera se dirigía al mostrador para empacar el pedido, el sujeto aprovechó su distracción para esconder los productos dentro de su bolso.

La escena fue tan rápida y sigilosa que ninguno de los presentes se percató del hurto. El sujeto caminó hasta una venta cercana y, al pasar, dijo con total normalidad: “Ya vengo, voy por la plata”. Pero nunca regresó.

Aunque este caso no incluyó violencia física, es una señal más del deterioro de la seguridad en la ciudad. “Nos duele porque uno trabaja con esfuerzo, y estos robos que parecen pequeños, en realidad representan grandes pérdidas para el comercio local”, afirmó ´José’, quien pidió a la comunidad ayudar a identificar al responsable y frenar este tipo de delitos.

Además del hurto, en los últimos días se han reportado varios casos en los que se estaría utilizando escopolamina para cometer robos aún más peligrosos con el objetivo de despojar a las personas de sus pertenencias.

Por lo ocurrido, la ciudadanía ha manifestado su alarma por la facilidad con la que operan los delincuentes y la aparente impunidad.

“No solo nos roban mercancía. Nos están quitando la tranquilidad”, dijo otro comerciante del sector. Varios vecinos y comerciantes del centro hacen un llamado urgente a las autoridades para que refuercen la seguridad, especialmente en sectores comerciales, donde estos casos se están volviendo cotidianos.

La comunidad exige más presencia policial, seguimiento a las denuncias y control en zonas vulnerables. Aseguran que si no se actúa con rapidez, estos delincuentes seguirán aprovechándose de la buena fe de la gente.


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