El robo de carga se ha convertido en una de las principales amenazas para la logística y el comercio en América Latina, con pérdidas que superan los $2.7 mil millones de dólares anuales, según reportes de empresas de seguridad y asociaciones de transporte regionales.
Los países más afectados son México, Brasil, Colombia y Argentina, donde bandas criminales organizadas atacan principalmente camiones que transportan alimentos, electrodomésticos, combustibles y productos farmacéuticos.
Especialistas advierten que el incremento de estos delitos afecta no solo la economía de las empresas, sino que también pone en riesgo la seguridad de los conductores y encarece los costos logísticos para toda la región.
Ante este panorama, las compañías de transporte y las autoridades locales trabajan en la implementación de rutas seguras, monitoreo satelital, acompañamiento policial y uso de tecnología avanzada para rastrear las mercancías en tiempo real.
“Se requiere una colaboración más fuerte entre países para enfrentar este problema transnacional que afecta la competitividad y la estabilidad del comercio en América Latina”, señalaron expertos del sector logístico.
El robo de carga sigue siendo un desafío urgente que demanda soluciones coordinadas y de largo plazo para proteger las cadenas de suministro y garantizar la seguridad de las operaciones en la región.




