Roberto Echen, reconocido por su estilo “silver” y su mirada crítica sobre la cultura digital, presenta una muestra que redefine la relación entre arte, tecnología y humor absurdo. Su propuesta parte de un fenómeno cotidiano: el brainrot, ese flujo interminable de imágenes caóticas, memes reciclados y contenidos que parecen no tener sentido, pero que circulan masivamente en las redes.
Con la colaboración de herramientas de inteligencia artificial, Echen toma esos residuos visuales fragmentos, distorsiones, errores y exageraciones y los reconstruye en obras que invitan a repensar cómo consumimos lo digital. La muestra, lejos de condenar la saturación de imágenes, la integra y la convierte en un puente generacional.
El artista cuenta que la recepción del público más joven ha sido sorprendentemente entusiasta. Niños y adolescentes se acercan no solo por curiosidad, sino por identificación:
“Muchos vienen emocionados diciendo que quieren conocer al creador de los memes que ven en sus redes”, relata Echen entre risas. Esa reacción confirma uno de los objetivos centrales del proyecto: mostrar que lo que parece descartable también puede convertirse en un lenguaje artístico que conecta a distintas generaciones.
La exposición no solo celebra la cultura visual contemporánea, sino que también abre la conversación sobre el rol de la IA en la creación y sobre cómo lo viral, lo absurdo y lo efímero pueden transformarse en piezas con significado y valor estético.



