Los hechos se presentaron el pasado 23 de agosto, en inmediaciones del barrio Iqueima y el barrio La Capilla, aproximadamente a las 7 de la noche, en donde el señor Ángel se dirigía hacia su residencia cuando sintió la presencia de una motocicleta que se acercaba con lentitud tras de él. Ante esto, la víctima sujetó con fuerzas sus pertenencias e intentó correr, pero los atacantes lo empujaron al suelo y le arrebataron todo lo que llevaba, dejándolo malherido sobre el pavimento.
Los presuntos delincuentes
Los dos sujetos fueron descritos por Castro como dos personas altas, de tez morena y delgados, los cuales estarían usando tapabocas y cascos cerrados para evitar se identificados. Estos se movilizaban en una motocicleta de gama alta color negro con placas HGN-45T, al parecer falsa y la cual estaría siendo utilizada únicamente para los actos delictivos en la ‘Puerta de Oro del Tolima’.
La víctima
Los atacantes le generaron heridas en su rostro tras haberlo empujado con agresividad contra el pavimento para que detuviera su marcha. Posterior a esto, le arrebataron su maleta en la cual cargaba documentos de identidad, tarjetas de débito y dinero en efectivo, adicional, llevaba productos alimenticios que habría comprado horas antes en un supermercado de la zona para su familia.
Ayuda
La comunidad al percatarse de los hechos acontecidos dicha noche corrieron a auxiliar al sujeto, pues estos comentaron que en cuestión de segundos ocurrió el robo, imposibilitándolos de poder ayudarlo, pues al parecer los presuntos asaltantes estarían armados. Luego de levantarlo del suelo lo acompañaron hasta su residencia en el barrio Iqueima y su familia le posibilitó el auxilio pertinente, evidenciando que en su rostro tenía una raspadura grave, al igual que, en sus brazos.
Solicitud
Los residentes de los diferentes barrios de la ciudad piden más atención por parte de las autoridades, pues debido al cierre repentino del puente Mariano Ospina Pérez, los sectores como el Iqueima o La Capilla se han visto afectados por la presencia de asaltantes o expendedores de estupefacientes a consecuencia de la nula vigilancia de la zona por parte de los uniformados. Ante esto, le piden a la Administración reforzar los organismos de vigilancia e instalar nuevas cámaras de seguridad en las vías públicas, asegurando que las que se encuentran allí no funcionan.
