River Plate sufrió una dura derrota 2-1 ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, en un encuentro correspondiente a la jornada 11 de la segunda fase de la Liga Profesional Argentina. El resultado no solo significó un tropiezo en las aspiraciones del conjunto millonario, sino que dejó un manto de controversia por varias decisiones arbitrales que generaron molestia en el entorno de Marcelo “Muñeco” Gallardo y su plantel.
El partido comenzó de la mejor manera para River, que se adelantó temprano gracias a un gol de Miguel Borja al minuto 10, tras una precisa jugada colectiva. Sin embargo, el control inicial se fue diluyendo con el paso de los minutos, y Rosario Central empezó a ganar terreno. Franco Ibarra igualó las acciones al 21’, y en el complemento Ignacio Malcorra selló la remontada al minuto 57 con un disparo impecable que dejó sin opciones al arquero visitante.
Más allá del rendimiento deportivo, el encuentro estuvo cargado de tensión por decisiones arbitrales que, según el entorno riverplatense, influyeron en el desarrollo del partido. Una posible falta previa en el segundo gol de Central y un penal no sancionado sobre Pablo Solari encendieron las quejas desde el banco del “Muñeco” Gallardo, quien manifestó su descontento por lo que consideró un criterio desigual en las jugadas determinantes.
Las estadísticas reflejan un partido equilibrado, pero con mayor eficacia por parte del equipo local. Rosario Central registró 18 remates, siete de ellos al arco, frente a los nueve y tres de River. Aunque los de Gallardo dominaron la posesión con un 52% y completaron 311 pases con un 75% de precisión, la falta de profundidad y la escasa contundencia en el área rival fueron determinantes en el resultado final.
El trámite del encuentro también se vio condicionado por la intensidad y las interrupciones. River acumuló 16 faltas y tres tarjetas amarillas, mientras que Central cometió 18 infracciones y vio dos amarillas, además de una expulsión que, paradójicamente, no cambió el rumbo del partido. A pesar de jugar con un hombre menos durante buena parte del segundo tiempo, el conjunto rosarino mantuvo el orden y resistió con solidez.
Las polémicas no solo giraron en torno a las jugadas específicas, sino también al manejo del tiempo y las decisiones en los balones divididos. Gallardo expresó su frustración por lo que calificó como un arbitraje inconsistente, que habría cortado el ritmo de su equipo e inclinado la balanza hacia el local. Este tipo de episodios reavivan el debate sobre la actuación arbitral en el torneo y la necesidad de mayor claridad en el uso del VAR.
Con esta derrota, River Plate compromete su camino en la competencia y deja escapar puntos vitales en la lucha por los primeros puestos. El “Muñeco” Gallardo buscará reordenar a su plantel de cara a los próximos compromisos, consciente de que su equipo mostró momentos de buen fútbol, pero también falencias en definición y en reacción. Más allá del marcador, el foco queda en las decisiones arbitrales que una vez más rodean de polémica el presente del conjunto millonario.
