El actor Ricardo Mejía, recordado por su participación en la nueva versión de «Nuevo Rico, Nuevo Pobre», se convirtió en víctima de las implacables lluvias que han azotado Bogotá, viéndose obligado a transformar su hogar en una «estación de emergencia» repleta de baldes para contener las goteras que amenazan con inundar su vivienda.
El intérprete, quien conquistó al público con su talento actoral, ahora enfrenta una batalla doméstica contra las inclemencias del clima capitalino que han convertido su casa en un campo de batalla donde cada recipiente se vuelve crucial para proteger sus pertenencias del diluvio incesante.
Las imágenes del actor corriendo por su hogar colocando «múltiples baldes» en puntos estratégicos han circulado en redes sociales, evidenciando cómo ni siquiera las figuras del entretenimiento escapan de los problemas de infraestructura que aquejan a miles de bogotanos durante esta temporada invernal.
La situación de Mejía refleja la dramática realidad que viven cientos de familias capitalinas, donde las lluvias torrenciales han expuesto las deficiencias constructivas y de drenaje que afectan desde ciudadanos comunes hasta personalidades del mundo artístico nacional.
Este episodio doméstico del actor se suma a la larga lista de damnificados por el invierno bogotano, demostrando que cuando la naturaleza se desata, no distingue entre famosos y anónimos en una ciudad que lucha constantemente contra los embates de un clima cada vez más impredecible.