Una grave denuncia encendió la polémica al interior de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), luego de conocerse que se estaría solicitando dinero al personal de la entidad para organizar una celebración con motivo del cumpleaños de su directora, la ingeniera Yeimy Liseth Echeverría.
Aunque se afirma que el aporte económico es voluntario, trabajadores aseguran que las cuotas están siendo exigidas según el nivel del cargo o el tipo de contratación. Los valores oscilan entre los $100.000 para el personal asistencial y los $2’000.000 para subdirectores, jefes de oficina y asesores, tanto de planta como contratistas. La supuesta “recolección” debe hacerse antes del 30 de junio, ya que el cumpleaños de la funcionaria será el 24 de julio.
Los más afectados, según fuentes internas, son quienes ocupan los rangos más bajos dentro de la institución, pues consideran injusto que se presione, así sea de manera indirecta, para entregar sumas que representan una parte considerable de sus ingresos mensuales.
La indignación creció cuando se conocieron los montos diferenciales, que refuerzan la percepción de inequidad laboral al interior de la corporación ambiental más importante del departamento. Para muchos trabajadores, la práctica raya en el abuso de poder y el clientelismo institucionalizado.
Frente al escándalo, la directora Echeverría respondió mediante un mensaje de texto en el que aclaró no tener conocimiento del asunto y negó haber autorizado cualquier solicitud de recursos a su nombre. “Buenas tardes, no tenía conocimiento del tema, de mi parte nadie está autorizado para solicitar recursos a mi nombre ni para realizar este tipo de evento. Me encuentro retornando de una salida en campo, realizo las indagaciones en la Corporación, cuando tenga un parte me comunico con usted”, expresó.
La situación deja en evidencia un clima de malestar al interior de la entidad y pone en entredicho las prácticas institucionales que se desarrollan bajo la fachada de “actividades sociales”. Mientras tanto, se espera que la directora adelante las investigaciones correspondientes y adopte medidas correctivas que garanticen el respeto por la dignidad de todos los empleados, independientemente de su rango o modalidad de vinculación.
Este caso, más allá de lo anecdótico, refleja las profundas desigualdades que persisten en entidades públicas y que muchas veces pasan inadvertidas bajo el manto de la cultura organizacional.




