Bogotá, 9 de octubre de 2025 — En una decisión oficial del Gobierno colombiano, se revocó la designación de Iván Luciano Márquez (alias “Iván Márquez”) como representante negociador de la disidencia conocida como Segunda Marquetalia en la mesa de diálogo de paz con el Estado. La medida, adoptada mediante la Resolución 352 del 7 de octubre de 2025, fue dada a conocer públicamente este jueves y busca reconfigurar quiénes pueden ser interlocutores válidos en esos procesos de paz.
Antecedentes: Márquez, la Segunda Marquetalia y las negociaciones
- Segunda Marquetalia es una de las facciones disidentes de las FARC que se reorganizó tras el Acuerdo de Paz de 2016, bajo el liderazgo de Márquez y otros excomandantes que denunciaron incumplimientos del Estado.
- Desde el 28 de febrero de 2024, el Gobierno de Gustavo Petro instaló una mesa de diálogos con esta agrupación para buscar procesos de desarme, garantías jurídicas y participación política.
- Sin embargo, en noviembre de 2024, se recibió una carta supuestamente firmada por Márquez donde desautorizaba una reunión entre representantes del Estado y comandantes locales de la disidencia en Puerto Asís, Putumayo. En dicha misiva, decía que no reconocía los acuerdos derivados de ese encuentro.
- La autenticidad de esa carta nunca fue comprobada con plena certeza por las partes.
- Desde esa fecha, Márquez dejó de participar activamente en las sesiones del diálogo, lo que generó especulaciones sobre su paradero, su estado de salud o incluso rumores de su muerte.
- Mientras tanto, algunas de las estructuras más fuertes de la Segunda Marquetalia —como los “Comandos de la Frontera” y la “Coordinadora Guerrillera del Pacífico”— decidieron desligarse de Márquez. Esas agrupaciones ahora se agrupan bajo la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB) y mantienen la interlocución con el Gobierno.
Motivos legales y fundamentos de la revocatoria
Según el texto de la resolución:
- Ausencia prolongada: el documento argumenta que Márquez ha estado ausente de las mesas de negociación desde noviembre de 2024, lo que impide que cumpla debidamente su rol como interlocutor.
- Incompatibilidad con su liderazgo en la disidencia: su condición de líder activo de la Segunda Marquetalia —y su participación en actividades armadas— se considera incompatible con la representación de la mesa de paz.
- Facultades presidenciales: la decisión se fundamenta en facultades constitucionales y legales del presidente para determinar con quién dialogar, amparadas en la Ley 418 de 1997 (y sus modificaciones) y en la jurisprudencia que reconoce la discrecionalidad del Estado en procesos de paz.
- Notificación a autoridades: la resolución ordena que la Consejería Comisionada de Paz comunique la medida a las autoridades judiciales y administrativas competentes.
La resolución reemplaza una previa (la 258 del 8 de julio de 2024) que había designado a Márquez como representante negociador.
Consecuencias e implicaciones
- Retroceso de garantías: con esta revocatoria, las órdenes de captura previamente suspendidas podrían reactivarse contra Márquez, ya que su estatus como interlocutor negociador quedaría sin efecto.
- Reconfiguración del proceso de paz: la mesa de diálogos con las disidencias —especialmente con quienes hasta ahora continuaban negociando— deberá ajustarse a nuevos interlocutores válidos, como los grupos que ya se apartaron de la estructura original.
- Fragilidad de la cohesión disidente: la separación de estructuras clave de la Segunda Marquetalia refleja fracturas profundas dentro del proyecto insurgente liderado por Márquez.
- Incógnitas sobre el paradero e incluso la vida de Márquez: la ausencia prolongada, la falta de comunicaciones confiables y los rumores de atentados previos alimentan la especulación sobre su situación.
- Credibilidad del proceso de paz: algunos críticos señalan que este tipo de decisiones puede erosionar la confianza en los mecanismos de diálogo, pues implican retiradas importantes de interlocutores sin que necesariamente existan sustitutos claros.
Balance provisional
La revocatoria de la designación de Márquez representa un punto de quiebre simbólico y práctico en el actual proceso de paz con esa disidencia. Aunque no implica la interrupción automática de los diálogos —estos podrían continuar con otros actores— sí marca una nueva etapa: una redefinición de quiénes son los interlocutores legítimos del Estado frente a los actores armados. Además, la medida subraya que la figura de Márquez, durante mucho tiempo central para esa mesa de negociación, ha perdido fuerza operativa y política.
De ahora en adelante, será clave observar:
- Cómo responderán los grupos disidentes que aún participan en la mesa.
- Si aparece un nuevo líder de consenso que reemplace a Márquez.
- Si las órdenes de captura efectivamente se reactivan y cómo actúa la justicia.
- Qué impactos tiene esto en el tejido del conflicto armado en regiones donde la Segunda Marquetalia operaba.




