En horas de la noche del sábado 21 de agosto, la víctima de asalto identificada como Juan Felipe Gómez, un joven de 22 años, fue interceptado por un hombre de contextura delgada que vestía una camisa tipo esqueleto de color blanco y pantaloneta azul oscura, el cual forcejeo el bolso que llevaba consigo y al no entregárselo con rapidez procedió a agredirlo en su hombro izquierdo con un objeto cortopunzante.
Lo ocurrido
Ante la presencia del extraño sujeto, Gómez se aseguró de sostener con fuerza su bolso, en el cual llevaba $250.000 en efectivo, su teléfono celular y documentos de identidad personales, pero esto no fue suficiente, pues el presunto asaltante lo amenazó con el arma puntuda y tras resistirse le propinó una puñalada en uno de sus hombros. Ante esto, la comunidad testigo que se percató del robo a la víctima llegó a auxiliarlo, perdiendo el rastro del victimario momentos después de que este saliera corriendo.
Inseguridad
En la ciudad, y en especial en la zona que conecta con vía Nariño, se han registrado múltiples denuncias acerca de la inseguridad que se presenta durante el día, específicamente los fines de semana cuando los ‘amigos de lo ajeno’ se aseguran de que hay diferentes transeúntes por los sectores más concurridos y aprovechan para hurtarles sus pertenencias.
Autoridades
En un barrio como lo es La Esperanza, y que cuenta con su propio CAI de seguridad, la comunidad pide a las autoridades reforzar las rondas de vigilancia para evitar este tipo de incidentes que alteran y ponen en riesgo la integridad de las personas que se movilizan por dicho sector, en especial en horas de la noche.
La víctima
Ante lo ocurrido, Gómez decidió dirigirse hacia su residencia y contar lo ocurrido a su familia, sin embargo, se abstuvo de colocar la denuncia a las autoridades, porque según el “es una perdedera de tiempo, siempre que se coloca un denuncio con la Policía nunca se dan resultados y uno termina es metiéndose en problemas si se ‘sapean’ a los agresores”, comentó Gómez. Así, los casos de asaltos y atracos en la zona van en aumento y la presencia de los uniformados y de patrullas que realicen rondas por los sectores es aparentemente nula.
En horas de la noche del sábado 21 de agosto, la víctima de asalto identificada como Juan Felipe Gómez, un joven de 22 años, fue interceptado por un hombre de contextura delgada que vestía una camisa tipo esqueleto de color blanco y pantaloneta azul oscura, el cual forcejeo el bolso que llevaba consigo y al no entregárselo con rapidez procedió a agredirlo en su hombro izquierdo con un objeto cortopunzante.
Lo ocurrido
Ante la presencia del extraño sujeto, Gómez se aseguró de sostener con fuerza su bolso, en el cual llevaba $250.000 en efectivo, su teléfono celular y documentos de identidad personales, pero esto no fue suficiente, pues el presunto asaltante lo amenazó con el arma puntuda y tras resistirse le propinó una puñalada en uno de sus hombros. Ante esto, la comunidad testigo que se percató del robo a la víctima llegó a auxiliarlo, perdiendo el rastro del victimario momentos después de que este saliera corriendo.
Inseguridad
En la ciudad, y en especial en la zona que conecta con vía Nariño, se han registrado múltiples denuncias acerca de la inseguridad que se presenta durante el día, específicamente los fines de semana cuando los ‘amigos de lo ajeno’ se aseguran de que hay diferentes transeúntes por los sectores más concurridos y aprovechan para hurtarles sus pertenencias.
Autoridades
En un barrio como lo es La Esperanza, y que cuenta con su propio CAI de seguridad, la comunidad pide a las autoridades reforzar las rondas de vigilancia para evitar este tipo de incidentes que alteran y ponen en riesgo la integridad de las personas que se movilizan por dicho sector, en especial en horas de la noche.
La víctima
Ante lo ocurrido, Gómez decidió dirigirse hacia su residencia y contar lo ocurrido a su familia, sin embargo, se abstuvo de colocar la denuncia a las autoridades, porque según el “es una perdedera de tiempo, siempre que se coloca un denuncio con la Policía nunca se dan resultados y uno termina es metiéndose en problemas si se ‘sapean’ a los agresores”, comentó Gómez. Así, los casos de asaltos y atracos en la zona van en aumento y la presencia de los uniformados y de patrullas que realicen rondas por los sectores es aparentemente nula.




