Después del devastador terremoto en Afganistán, la agencia UN Women ha advertido que las mujeres y niñas están enfrentando una crisis prolongada no solo por los daños inmediatos, sino por la pérdida de ingresos, hogares y fuentes de sustento. Muchas viven ahora en condiciones de emergencia, con refugios temporales, sin acceso constante a servicios básicos de salud y agua, y enfrentando el riesgo de posteriores réplicas.
Esa situación se agrava por las restricciones impuestas por la autoridad de facto en Kabul, que prohíbe la entrada de mujeres al interior de ciertos recintos de las Naciones Unidas, lo que limita su capacidad de contribuir activamente en tareas de rescate, asistencia y reconstrucción. UN Women hace un llamado urgente a la comunidad internacional para incrementar la ayuda, especialmente para las mujeres que no solo han perdido lo material, sino también espacios de participación y autonomía.
