En una noche sin público pero con mucha tensión en la cancha, Atlético Huila y Atlético FC de Cali protagonizaron uno de los partidos más emocionantes de la quinta fecha del Torneo Dimayor de la primera B, empatando 3-3 en el estadio Guillermo Plazas Alcid de Neiva.
Un marcador que reflejó la intensidad de un duelo donde ninguno quiso ceder terreno y los errores defensivos se pagaron con goles.
Buen inicio
El partido comenzó con los ‘opitas’ mostrando hambre de victoria. Apenas al minuto 9, una jugada confusa en el área visitante terminó en autogol de Iván Ibáñez, quien desvió la pelota con el tacón y puso en ventaja al Huila.
Lejos de relajarse, los dirigidos por Diego Corredor siguieron atacando. Al minuto 42, Omar Duarte amplió la ventaja tras una gran jugada y pase de Sebastián Hernández, desatando el festejo de los pocos autorizados en la tribuna.
Pero cuando parecía que la primera mitad cerraba tranquila para el local, en el tiempo añadido Danny Manuel Reales aprovechó un descuido en defensa y recortó diferencias para Atlético FC, dejando el marcador 2-1 y una sensación de que nada estaba definido.
Reacción visitante
La segunda parte arrancó con un golpe duro para los huilenses. Al minuto 49, el mismo Iván Ibáñez que había anotado en propia puerta, se redimió marcando el 2-2.
Huila intentó responder rápido, pero la falta de puntería le pasó factura. La visita, en cambio, no perdonó: al 54, John Veira se inventó una jugada individual espectacular para poner el 3-2 a favor de Atlético FC, aprovechando una defensa local desordenada.
El golpe obligó a Corredor a mover el banco. Cuatro cambios en busca de frescura y ataque dieron resultado al minuto 73, cuando Breiner Moya conectó un potente cabezazo que volvió a empatar las cosas, 3-3.
Final intenso
Con el marcador igualado, el Huila empujó con todo. Duarte tuvo en sus pies el cuarto, pero la definición le jugó en contra. Atlético FC resistió y también buscó sorprender en contragolpes.
Los minutos finales fueron un intercambio constante de ataques y nervios, pero ninguno encontró la jugada definitiva.
Al final, el pitazo marcó un empate que dejó sensaciones mixtas: para Huila, la frustración de no concretar la victoria en casa; para Atlético FC, el mérito de reaccionar y llevarse un punto de una plaza complicada.
En la tabla, el resultado no le permite a Huila despegar como esperaba, mientras que para los caleños representa un envión anímico para lo que viene. El compromiso dejó claro que, aunque la definición sigue siendo un problema para los opitas, el espectáculo está garantizado cuando estos dos equipos se encuentran. Ahora, ambos elencos deberán ajustar detalles si quieren pelear seriamente por los puestos de privilegio en el campeonato.
